"Naturaleza" de Henry Wadsworth Longfellow Traductor traducir

«Nature» refleja la evolución de Henry Longfellow, un profesor jubilado de Harvard de lenguas modernas, en el papel de Henry Wadsworth Longfellow, un venerado poeta que, después de casi medio siglo produciendo versos líricos, se convirtió en un elemento fijo de la cultura estadounidense. Como la voz más reconocida en una confederación suelta de poetas, basada en los alrededores de Boston y conocida colectivamente como los poetas Fireside, Longfellow vio la poesía como un instrumento de instrucción moral. Publicado en 1878, apenas cuatro años antes de la muerte de Longfellow, «Nature» reconforta al lector sobre la inevitabilidad de la muerte.

Biografía del poeta Nacido en 1807 en las afueras del oeste de Massachusetts, ahora en la costa sur de Maine, Henry Wadsworth Longfellow disfrutó de una educación cómoda e incluso espaciosa. Su padre fue un destacado abogado y más tarde miembro del Congreso. Desde el principio, Longfellow, un estudiante precoz y un lector voraz (la casa de su familia tenía una de las bibliotecas privadas más grandes de Nueva Inglaterra), respondió a las complejidades del lenguaje. Aunque su padre esperaba que estudiara derecho, Longfellow se especializó en estudios de idiomas en el recientemente inaugurado Bowdoin College cercano. El puro deleite auditivo en el juego sónico de palabras lo atrajo: ya había publicado el verso original antes de llegar a Bowdoin. Al viajar por Europa después de graduarse, disfrutó del desafío de comunicarse en varios idiomas. Después de un matrimonio trágicamente breve (su primera esposa, Mary Storer Potter, murió después de un aborto espontáneo), Longfellow, afligido, regresó a Nueva Inglaterra y, en 1836, aceptó un puesto de profesor de idiomas en Harvard. Se volvería a casar con Frances «Fanny» Appleton y eventualmente sería padre de seis hijos. Longfellow, en ese momento más conocido por sus ensayos de viajes, publicó su primer volumen de poesía en 1839. El libro encontró una audiencia inmediata, al igual que el volumen de seguimiento de Longfellow, publicado solo dos años después. Durante los siguientes 10 años, Longfellow emergió como una de las figuras más reconocidas y exitosas de la escritura estadounidense. Tras el éxito de la publicación en 1847 de «Evangeline» —un poema épico sobre un amor trágico que contrasta con el brutal desplazamiento británico de los colonos franceses de Nueva Escocia durante la guerra franco-india— Longfellow se retiró de la docencia en 1854 para centrarse únicamente en su poesía. En los años previos a la Guerra Civil, Longfellow fue notablemente prolífico. Se convirtió en la voz preeminente de la nueva nación incluso cuando esa nación se estaba desmoronando. Sus obras, en particular «Paul Revere’s Ride», «The Song of Hiawatha», «The Courtship of Miles Standish» y «The Village Blacksmith», reciclaron formas poéticas británicas heredadas al tratar temas estadounidenses: la belleza natural ilimitada de la nueva nación, su heroica historia colonial, y sus majestuosas culturas nativas. Otros poemas, como «El salmo de la vida», «La luz de las estrellas» y «Los pasos de los ángeles», se inspiraron en el concepto neoclásico británico de poesía que ofrece sabiduría en líneas majestuosas. Los poemas de Longfellow, con sus ritmos cuidadosamente medidos y majestuosas rimas, se prestaban a la recitación pública y se citaban con frecuencia en eventos sociales de la iglesia, picnics comunitarios, y reuniones para celebrar fiestas patrias. Poco después de que la nación que Longfellow tanto amaba se desmoronara, su esposa Fanny murió después de un accidente en su casa: su vestido se incendió y ella murió al día siguiente debido a quemaduras graves. El mismo Longfellow se quemó gravemente tratando de salvarla, la razón por la que se dejaba crecer su característica barba ondulante. Durante más de dos años, la combinación de su profundo dolor por el accidente sin sentido y la sombría noticia del costo de sangre de la guerra, Longfellow no escribió nada. Luego, a los 60 años, Longfellow se mudó a Londres donde durante los siguientes 20 años volvería a la poesía, publicando siete volúmenes de versos, a menudo meditaciones extendidas sobre la dinámica del tiempo, la mortalidad y el alma misma, entre ellos la «Naturaleza». Por cualquier medida: productividad, longevidad, ventas, influencia, respeto—Longfellow fue internacionalmente la figura más reconocida en las letras estadounidenses. Su estatura como Bardo Nacional no oficial de Estados Unidos se confirmó cuando, por una ley del Congreso, su 75 cumpleaños fue declarado feriado nacional. Murió la primavera siguiente, marzo de 1882. Aunque enterrado en los terrenos de su amada finca al norte de Boston, Longfellow fue conmemorado por un busto de su semejanza descubierto dos años después en Poets’ Corner de la Abadía de Westminster en Londres, lo que confirma su condición de internacional. hombre de letras. Texto del poema Como una madre cariñosa, cuando termina el día, Lleva de la mano a su hijito a la cama, Medio dispuesto, medio reacio a ser guiado, Y deja sus juguetes rotos en el suelo, Todavía mirándolos a través del espacio abierto. puerta, ni totalmente tranquilizados y consolados por promesas de otros en su lugar, que, aunque más espléndidas, puede que no le agrade más; Así trata la Naturaleza con nosotros, y se lleva Nuestros juguetes uno por uno, y de la mano Nos lleva a descansar tan suavemente, que vamos Apenas sabiendo si deseamos ir o quedarnos, Estando demasiado llenos de sueño para comprender Hasta dónde llega lo desconocido trasciende lo que sabemos. Longfellow, Henry Wadsworth. "Naturaleza". 1878. «Academia de Poetas Americanos». Longfellow utiliza una escena doméstica familiar: una madre que lleva a su hijo a la cama con amor pero con firmeza; el niño está cansado pero reacio a abandonar el juego por el día, para sugerir la lucha de la humanidad contra la inevitabilidad de la muerte. Los «juguetes rotos» del niño están esparcidos por todo el suelo, lo que sugiere la devoción del niño por el juego durante todo el día, que lo ha cansado. Sin embargo, incluso cuando su madre viene a tomarlo de la mano para llevarlo a una noche de descanso bien merecido, el niño sólo está «[m]a media dispuesto» a entregar el día. Mientras toma la mano de su madre, el niño se demora, mirando con añoranza los juguetes en la habitación que ha dejado. En un incentivo para que el niño se duerma, la madre le asegura que juguetes nuevos, incluso «más espléndidos», reemplazarán a los juguetes rotos. Aunque medio dormido y con ganas de confiar en su madre, algo en el niño se resiste a la promesa de su madre. No está «totalmente tranquilizado y consolado». Se pregunta si estos juguetes nuevos que su madre promete no serán tan buenos como los juguetes rotos que está dejando atrás. A partir del verso 9, el poeta deja de lado la narración de madre e hijo para desentrañar los símbolos del poema: La naturaleza es como esa madre dulce y amorosa pero firme. Los amados juguetes del niño son todas las cosas reunidas —las personas, los objetos, los recuerdos— que han sostenido, animado, y levantó el día a día de cada persona. La naturaleza entiende, como la madre, cuándo es el momento de «descansar tan dulcemente». Al igual que el niño que lucha por aceptar la promesa de mejores juguetes mañana y, por lo tanto, se resiste a abandonar los juguetes que le han dado un propósito a sus días, una persona que se acerca a la promesa de la otra vida se resiste a dejar atrás el mundo que conoce. En la línea final, el poeta asegura al lector que lo que está más allá del entendimiento de la humanidad es lo que promete la vida trascendente del más allá, ese «desconocido» siempre persuasivo, supera con creces el valor, la gracia y el valor del mundo conocido y familiar. ¡Desbloquee esta Guía de estudio!Únase a SuperSummary para obtener acceso instantáneo a las 18 páginas de esta Guía de estudio y miles de otros recursos de aprendizaje.ComenzarNature Henry Wadsworth Longfellow como la madre, cuando llega el momento de «descansar tan dulcemente». Al igual que el niño que lucha por aceptar la promesa de mejores juguetes mañana y, por lo tanto, se resiste a abandonar los juguetes que han dado su propósito a sus días, una persona que se acerca a la promesa de la otra vida se resiste a dejar atrás el mundo que conoce. 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