La pintura de Caravaggio estaba en el centro del juicio por lavado de dinero. Traductor traducir

PARÍS. La pintura de Caravaggio fue la principal evidencia de la acusación en el caso del multimillonario franco-estadounidense de la dinastía Wildenstein. Ocho acusados ​​estaban a la vez en el banquillo, incluido Guy Wildenstein, presidente de Wildenstein & Company, una agencia de arte de Nueva York. Todos están acusados ​​de evasión de impuestos y lavado de dinero. El gobierno francés estima el daño en 550 millones de euros, incluidas multas y sanciones.

Una de las acusaciones es que Guy y su hermano Alec rápidamente trasladaron valiosas pinturas de Nueva York a Suiza después de la muerte de su padre Daniel Wildenstein en París en 2001 para evitar pagar el impuesto de sucesiones. Según AFP, la imagen "Lute player" Caravaggio (The Lute Player, Caravaggio) , valorado en 27 millones de euros, no se incluyó en la declaración de herencia original en 2002, sin embargo, en la segunda versión de la declaración elaborada en 2008, se menciona la imagen, pero sin evaluación financiera.

Guy Wildenstein testificó que su padre compró la pintura hace 20 o 30 años, e inicialmente no fue atribuida como obra de Caravaggio. El presidente Olivier Geron le recordó a la corte que la pintura no pertenecía técnicamente a Daniel Wildenstein, sino que pertenecía a un fideicomiso familiar. Los demandados alegan que dichos bienes no pertenecen a la familia y, por lo tanto, no deben declararse como un legado. Los fiscales creen que la manipulación de la propiedad transferida al fideicomiso, pero en realidad ubicada en la familia, es un truco destinado a evitar el pago de impuestos.

Pinturas de Caravaggio

En su testimonio, Guy Wildenstein explicó que la pintura se ofreció como garantía al banco para financiar la apertura de una nueva galería, y solo después de eso se consideró propiedad de su padre. Reconoció que había una "confusión entre lo que pertenecía al padre y la propiedad de la galería", que pertenece al fideicomiso. Más tarde, el trabajo fue arrendado al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, donde permaneció hasta 2013. Guy Wildenstein no informó al tribunal sobre el paradero actual de la pintura.

Anna Sidorova © Gallerix.ru