El legado de la pintura griega Traductor traducir

El legado de la pintura griega reside en unas pocas técnicas, mientras que los mitos griegos han influido notablemente en el arte occidental.

Durante la época romana había poca distinción entre la pintura griega y la romana, y en el siglo I d.C. se produjo un declive en la expresión creativa. El arte bizantino, considerado técnicamente inferior, a menudo recurría a ejemplos griegos en cuanto a técnica. El arte medieval en Europa Occidental experimentó un declive en la pintura debido a la invasión bárbara, y la pintura bizantina se estancó. El Renacimiento italiano, que comenzó en el siglo XV, se concentró en el estudio de la escultura griega antigua, descuidando en gran medida la pintura griega.

La época romana

No existe una verdadera distinción entre la pintura griega y la pintura romana (sobre tabla o mural), salvo que a finales del siglo I a.C. los impulsos creativos habían decaído. En la época agustiniana (202 a.C. a 96 d.C.) se desarrolló un estilo académico que equilibraba perfectamente los requisitos de las figuras y el fondo, y durante los trescientos años siguientes la moda osciló entre éste y una imitación más pura de la pintura griega helenística anterior . Pero véanse los fabulosamente conservados retratos de las momias de Fayum, pintados en Egipto durante el periodo helenístico y los primeros periodos imperiales.

En general, la originalidad pasó a la adaptación o la fantasía. No es de extrañar que a mediados del siglo I d.C. Plinio el Viejo calificara la pintura de arte moribundo. En el siglo IV d.C., los niveles técnicos estaban decayendo y, aunque durante otros doscientos años se siguieron haciendo obras decentes según la antigua tradición (principalmente por parte de miniaturistas e ilustradores de costosos manuscritos), se estaba estableciendo el estilo hierático del arte bizantino .

Arte bizantino

Para los estándares griegos, la pintura bizantina era un arte corrupto: menos competente técnicamente, descuidaba la belleza ideal de la pintura de figuras, ignoraba las reglas de la óptica. Aunque desarrolló su propia teoría mística, parece que siempre tuvo conciencia de su herencia griega -evidente en el modelado de las formas mediante sombreado y resaltado, en el uso del escorzo y en la conservación de una especie de perspectiva lineal -, de modo que constantemente se remitía a ejemplos griegos vagamente conservados en ilustraciones manuscritas.

Sobre la cerámica de la antigua Grecia, incluidas las técnicas geométricas, de figuras negras, rojas y blancas, véase: Cerámica griega: historia y estilos .

Arte medieval

En Europa occidental, a excepción de Italia, que conservó su conexión con el mundo bizantino, las invasiones bárbaras (a partir del 350 d.C.) destruyeron la pintura más o menos por completo. Pero al resurgir, inevitablemente tomó prestado mucho del arte de Bizancio, que en aquella época era culturalmente el centro más desarrollado del cristianismo.

Sin embargo, aunque la pintura griega fue el ingrediente principal de la pintura medieval, tanto occidental como bizantina, no fue un ingrediente fértil. La pintura bizantina pudo desarrollarse, pero no progresar, y el progreso de la pintura bajomedieval en Occidente se debió casi por completo a la originalidad autóctona.

Renacimiento italiano

El Renacimiento comenzó en la Italia central del siglo XV, y las observaciones casuales del arte griego antiguo o romano antiguo, que aparecían al azar en las obras de la Baja Edad Media, se convirtieron en un estudio sistemático por parte de los artistas de la época. (Véase también El clasicismo en el arte .) Pero el objeto de este estudio, tanto por parte de los pintores como de los escultores, no eran las pinturas, sino las esculturas griegas antiguas (estatuas y relieves).

Hay una razón obvia para ello. La búsqueda de antigüedades durante el Renacimiento llevó al descubrimiento de mucha escultura, pero muy poca pintura, e incluso ésta, por regla general, era inferior en calidad, tanto artística como técnica, a los estándares de los artistas del Renacimiento . El estudio de la escultura antigua siguió siendo una parte importante de la formación académica de los pintores hasta el siglo XIX y se hizo patente constantemente en sus figuras. Pero la influencia de la pintura antigua fue siempre escasa.

La técnica menor de la grisalla (un estilo de pintura monocromática en tonos grises) se imitó a partir de frescos encontrados en Roma, algunos temas registrados o descritos por escritores antiguos, y, a partir de mediados del siglo XVIII, algunos neoclásicos -por ejemplo, Anton Raphael Mengs - produjeron ocasionalmente pastiches de pinturas murales de Herculano o Pompeya. Pero no mucho más que eso. (Véase también: Pintura neoclásica .)

La pintura griega antigua no tuvo suerte: se conservan muy pocos de sus logros, y su legado útil consistió sólo en unos pocos, aunque importantes, dispositivos técnicos. La mayor contribución de la cultura griega al arte occidental sigue siendo su legado de mitos y leyendas, que dominó la pintura mitológica en Occidente, así como la escultura y la literatura.

Para más información sobre los pigmentos de color utilizados por los pintores griegos en la pintura al fresco, al temple, a la encáustica y a la acuarela, véase: Paleta de colores clásica .

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Para más información sobre la evolución de las artes visuales, véase: Historia del Arte .