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¿Qué es el mosaico? El mosaico – es el arte decorativo de crear diseños y dibujos en una superficie colocando pequeñas piezas coloreadas de vidrio, mármol u otros materiales en una capa de cemento, yeso o pegamento. Utilizados como forma de decoración interior o exterior y desarrollados originalmente en la antigua Grecia, los mosaicos fueron ampliamente utilizados por los artesanos romanos, principalmente para decorar suelos. Más tarde, en la época del arte bizantino, los artistas se especializaron en la creación de diseños de mosaicos para paredes y eran conocidos por sus brillantes obras maestras en oro y vidrio multicolor. Como forma de arte ornamental cristiano, el mosaico dio paso a la pintura al fresco durante el Renacimiento. En el siglo XIX se produjo un renacimiento de este arte, cuando muchos edificios públicos empezaron a decorarse de nuevo con mosaicos (por ejemplo, la catedral católica de Westminster). Ahora, por regla general, se utilizaban para este fin azulejos de cerámica producidos en serie o vidrio. Ciertos estilos de diseño, como el Gothic Revival y el Art Nouveau, aportaron nuevos diseños y usos a esta forma de arte. Hoy en día, el mosaico sigue siendo una artesanía popular en todo el mundo, promovida por organizaciones como la British Association for Modern Mosaics (BAMM) y la Society of American Mosaic Masters (SAMA) y disponible como asignatura en algunas de las mejores escuelas de arte de América y Europa.

¿Cómo se crean los diferentes tipos de mosaicos?

Hay tres formas básicas de construir mosaicos: el método directo, el método indirecto y el método indirecto doble.

❶ El método directo de construcción de mosaicos consiste en fijar elementos individuales directamente a la superficie de un soporte elegido. Se pueden hacer bocetos preliminares de la zona que se va a decorar. El método directo fue muy utilizado por los artistas tradicionales en muchos mosaicos europeos famosos de paredes y techos. También se utiliza en las superficies de objetos tridimensionales, como los jarrones. Una desventaja del método directo es que el artista del mosaico debe trabajar directamente sobre la zona a decorar, lo que puede no ser posible durante largos periodos de tiempo. Una mejora moderna consiste en utilizar malla de fibra de vidrio. El mosaico se crea sobre la malla en el estudio del artista antes de colocarlo en su ubicación definitiva.

❷ Método indirecto (indirecto) de creación de mosaicos, normalmente utilizado para encargos a gran escala con elementos de diseño repetitivos. Los componentes (vidrio, azulejos, etc.) se montan boca abajo sobre un soporte adhesivo. Posteriormente se envían a su destino final. La ventaja de este método es que da al artista la oportunidad de hacer cambios.

❸ El método indirecto doble es similar al método indirecto con una etapa adicional. En lugar de colocar los mosaicos boca abajo sobre una base adhesiva, se colocan boca arriba. Esto permite al maestro del mosaico ver el patrón que se está creando. Una vez completado el mosaico, se aplica otra capa de soporte adhesivo sobre él. La capa original se despega. A continuación, el mosaico puede colocarse en su lugar definitivo.

Nota : El mosaico se diferencia de la incrustación en que los elementos que lo componen cubren completamente la superficie, elevando así el nivel de la capa final (a veces se prepara previamente un rebaje con este fin). Cada fragmento del mosaico es pequeño y sólo adquiere significado decorativo cuando forma parte del diseño global.

Proyectos informáticos

Hoy en día es posible crear mosaicos utilizando programas de diseño asistido por ordenador (CAD). Estos programas pueden ser utilizados por artesanos individuales o por sistemas de producción robotizados. Para acelerar el proceso de fabricación de mosaicos, eliminar errores y reducir costes, actualmente los mosaicos se montan mediante robots controlados por ordenador en lugar de a mano. La producción puede ser decenas o cientos de veces más rápida y con menos errores.

Atributos creativos del arte del mosaico

Los mosaicos, como forma de arte, son lo más parecido a la pintura: son representaciones bidimensionales. Además, tanto los mosaicos como la pintura son adecuados para acabados de superficies a gran escala. Sin embargo, a diferencia del pintor, el mosaiquista está limitado en cuanto a la paleta de colores y la elección de materiales. Así, es muy difícil conseguir la misma variación tonal de luces y sombras que con la pintura al óleo, por ejemplo, cuya gama de colores es muy amplia. Sin embargo, los mosaicos tienen atributos que los hacen más eficaces para crear una percepción a distancia. El principal de ellos es que los elementos de mosaico de vidrio utilizados reflejan la luz, lo que puede mejorarse aplicando una lámina de oro o plata en la parte posterior de los elementos de vidrio o montando los elementos en un ángulo de reflexión.

Historia del arte del mosaico

Los primeros mosaicos conocidos realizados con guijarros datan del siglo VIII a.C.. Esta técnica, utilizada tanto para pavimentos como para muros, fue perfeccionada por los artesanos griegos en el siglo V. Aprendieron a crear mosaicos intrincados con guijarros. Aprendieron a crear dibujos intrincados con guijarros de uno a dos centímetros de diámetro. Los contornos se creaban con piedrecitas negras, y en el siglo IV se añadieron piedras de colores pintadas de rojo y verde para dar más variedad, lo que ayudó a los artistas griegos a crear motivos geométricos complejos, así como escenas detalladas de personas y animales. (Véase también: Arte griego .)

Suelos de piedra

A lo largo de la Antigüedad clásica, los mosaicos siguieron siendo principalmente una técnica para decorar pavimentos o suelos, donde la durabilidad era la principal prioridad. La piedra, especialmente la caliza y el mármol, era ideal para este fin. Podía cortarse en pequeños trozos y su tono natural proporcionaba una gama básica de colores suficiente para la mayoría de los diseños pictóricos.

Las teselas y el primer uso del vidrio

Durante la época del arte helenístico (323-27 a.C.), los mosaiquistas griegos realizaron nuevos progresos. En primer lugar, empezaron a utilizar no sólo piedra, sino también vidrio. El vidrio podía fabricarse en casi cualquier tonalidad, lo que amplió enormemente la gama de colores a disposición del artista. A finales del siglo III a.C., surgieron pequeñas fábricas que producían elementos especiales para mosaicos ) teselas), que ofrecían suficientes detalles adicionales como para permitir a los artistas del mosaico imitar pinturas. Aunque el vidrio no era tan adecuado como la piedra para pavimentos y suelos, su ligereza lo hacía ideal para los mosaicos murales, donde las cualidades decorativas eran más importantes que la durabilidad.

Mosaicos romanos

Los artesanos griegos fueron contratados en gran número por Roma tras la decadencia de Grecia, aunque los romanos utilizaron los mosaicos principalmente para los suelos de las casas. Se conservan ejemplos excepcionales en Herculano, Pompeya y Ostia. Los diseños de mosaico de la época romana, normalmente dedicados a escenas de glorificación de los dioses, temas domésticos y motivos geométricos, se realizaban en todo el Imperio Romano, pero el nivel de habilidad no siempre era alto. Los mosaicos realizados en el norte de la Galia o en la Britania romana, por ejemplo, eran notablemente más primitivos que los ejemplos italianos y griegos. (Véase también Arte romano .)

Muros de cristal

Durante la era del arte cristiano primitivo (ca. 300-400 d.C.) en el Imperio Bizantino, los mosaicos murales se popularizaron con el crecimiento de la arquitectura y la decoración de las iglesias, sustituyendo durante un tiempo a las pinturas religiosas y seguirían siendo la principal forma de arte decorativo durante la época bizantina del sureste de Europa (450-1450), que se aproxima. (Véase también: Pintura medieval rusa .) Asimismo, en el periodo paleocristiano, los artistas crearon por primera vez mosaicos de vidrio dorado y plateado aplicando láminas metálicas a la parte posterior de objetos de vidrio. Este tipo «de vidrio espejado» proporcionaba efectos visuales aún más intensos al reflejar la luz.

Mosaicos bizantinos

Con la caída de Roma, Bizancio (Constantinopla) se convirtió en el centro del cristianismo y atrajo a un gran número de artistas romanos y griegos, entre ellos maestros del mosaico. De hecho, durante este periodo el mosaico alcanzó nuevas cotas de creatividad y técnica, convirtiéndose en una característica importante de la arquitectura bizantina . Las nuevas teselas de vidrio ) smaltes) se fabricaban con gruesas láminas de vidrio coloreado. Las smaltes contenían sedimentos, por lo que la luz se refractaba en el vidrio. También en el siglo VI, los mosaiquistas bizantinos desarrollaron un método para colocar los mosaicos de vidrio en mortero de cola en un ángulo agudo, para reflejar aún más la luz. Estas mejoras dieron lugar a los magníficos mosaicos brillantes del periodo bizantino.

Los mejores mosaicos bizantinos fueron principalmente arte bíblico, creados para iglesias y mezquitas de Constantinopla, como la catedral de Santa Sofía, y para edificios de todo el Imperio bizantino. (Véase también: Arte cristiano, época bizantina .) Algunos ejemplos famosos son las obras de Dafne, cerca de Atenas (siglo XI); la catedral de Rávena y las iglesias de San Apollina Nuovo y San Vitale (siglo XII); Torcello, cerca de Venecia, y la Capilla Palatina; la catedral de Monreale, en Palermo (todas del siglo XII), y la catedral de San Marcos, en Venecia (siglos XI-XIV). (Sobre otras formas de decoración medieval, véase: El arte de las vidrieras .)

Mosaicos islámicos

A partir del siglo VIII, los artistas islámicos empezaron a incorporar mosaicos a la decoración de sus mezquitas. Los mosaicos eran una forma ideal de decoración para el arte islámico, que prohibía las representaciones figurativas en los edificios religiosos, centrándose en cambio en diseños abstractos o geométricos. Cuando los árabes entraron en España procedentes del norte de África, trajeron los mosaicos islámicos a la Península Ibérica. Estos mosaicos moriscos, realizados en piedra, vidrio y cerámica, pueden verse en la Gran Mezquita de Córdoba y en el palacio de la Alhambra de Granada.

Los mosaicos continuaron siendo una característica del arte románico (1000-1200) y de la arquitectura gótica, aunque en menor medida.

Desplazamiento por los frescos

Con el advenimiento del arte renacentista (hacia 1400), el mosaico fue decayendo como forma artística: entre otras cosas, porque la pintura al fresco ofrecía un mayor realismo a los artistas, cansados en cualquier caso de la estilizada calidad decorativa del arte bizantino.

Siglo XIX

En la segunda mitad del siglo XIX se produjo un renacimiento del arte del mosaico, cuando muchos edificios públicos se decoraron a menudo con motivos y pinturas de mosaico, normalmente de mosaicos de cerámica o vidrio producidos en serie. Ejemplos de ello son los mosaicos de estilo bizantino de la catedral de Westminster de Londres y la basílica del Sacré-Coeur de París. El renacimiento gótico de la arquitectura fue una influencia importante, al igual que el desarrollo de la industria veneciana del vidrio. La producción de mosaicos también se vio estimulada por el movimiento del Art Nouveau : véanse, por ejemplo, los excepcionales mosaicos de cerámica de Antoni Gaudí (1852-1926) y Josep Maria Jujol en el Parque Güell de Barcelona.

Un mosaico contemporáneo interesante es el mosaico de medio tamaño del Tapiz de Bayeux, creado en 1979-99 por Michael Linton. Actualmente está expuesto al público en Geraldine, Nueva Zelanda.

El mosaico bizantino más famoso del siglo XII se encuentra en la catedral de Santa Sofía de Constantinopla (actual Estambul); se trata de una representación de Cristo Pantocrátor (Salvador Todopoderoso) en la galería superior sur. Un bello ejemplo de arte religioso medieval de la Iglesia Ortodoxa Oriental.

Categorías de arte visual
Definiciones, formas, estilos, géneros, periodos véase…: Tipos de arte

Preguntas sobre arte
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2. Preguntas sobre la historia del arte movimientos, periodos, estilos .

Significado del arte
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