Mujer con una cafetera, Paul Cezanne:
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Descripción

Nombre: Mujer con una cafetera (La femme a la cafetiere) (1890-5)
Artista: Paul Cezanne (1839-1906)
Medio: Óleo sobre lienzo.
Género: Arte retrato
Movimiento: Impresionismo
Ubicación: Musée d’Orsay, Paris

Para una interpretación de otras imágenes de los siglos XIX y XX, ver: Análisis de pinturas modernas (1800-2000).

COMO ENTENDER
UNA PINTURA PARTICULAR
Ver: Cómo apreciar el arte.

Fondo

En 1890, Cezanne había desarrollado un estilo único de pintura, que adoptó algunas de las características del impresionismo (pincelada suelta, inacabada, temas comunes), así como ciertas características expresionistas (enfoque subjetivo, plano de imagen superficial, perspectiva no naturalista, puntos de vista múltiples), que están más asociados con ’ Post impresionismo ’- aunque este término sigue siendo bastante vago. Estos comentarios se aplican a Cezanne’s pintura de paisaje y pintura de bodegones, así como sus obras figurativas, todo lo cual trabajó con su habitual lentitud. Varios de los elementos de los llamados Pintura posimpresionista que fueron pioneros de Cezanne, luego se usaron en formas de abstracción como Cubismo analítico, y también por algunos participantes en el Renacimiento clásico, aumentando así su reputación como uno de los fundadores de arte Moderno, ¡pero haciendo que su arte sea casi inclasificable en el proceso!

NOTA: Para ver la historia completa del impresionismo francés y los jóvenes pintores que lo iniciaron, vea nuestra serie de 10 partes, que comienza con: Impresionismo: orígenes, influencias.

Este trabajo fue pintado durante el mismo período que otros Retratos impresionistas, como: Hombre fumando una pipa (1892); Los jugadores de cartas (1892-6); Niño en el chaleco rojo (1889-90); Dama de azul (1900); y Joven italiana recostada sobre su codo (1900). Fue pintado durante el punto culminante de la manera "clásica" de Cezanne, cuando trató de representar la naturaleza a través de una combinación de motivos geométricos como cilindros, esferas y conos. Fue adquirido por un coleccionista privado que lo donó al Museo del Louvre en 1956 en el 50 aniversario de la muerte del pintor. Desde 1986 forma parte de la colección del Musee d’Orsay.

La mujer con una cafetera (La femme a la cafetiere) es una de las imágenes más monumentales de Cezanne, y una de las que mejor logró el objetivo de sus investigaciones. Al comentar sobre esta imagen, el crítico de arte Lionello Venturi (1885-1961) escribió: " La mujer con una cafetera de café da la impresión de una fuerza natural imponente. Está plantada allí como una torre fuerte". Antes de este monumento humano, uno naturalmente piensa en ese austero tipo de clasicismo practicado por los grandes Piero della Francesca, que encerró a sus individuos en todo el poder de sus destinos.

El vívido color de este retrato contribuye a su carácter monumental. Cezanne habitualmente "construyó" sus cuadros por medio de la riqueza de su color.

Se nos ocurren dos preguntas al mirar a esta mujer. ¿Quién era ella? ¿Y dónde se pintó esta imagen? Nadie lo sabe con certeza. Se cree que se hizo en Jas de Bouffan, la casa de la familia Cezanne cerca de Aix en Provence, aunque ni el escenario ni los accesorios volvieron a aparecer en ninguna de las otras pinturas de Cezanne. El cuidador no ha sido identificado firmemente, pero se cree que es uno de sus sirvientes. Cezanne rara vez usaba modelos profesionales, y prefería pintar a su esposa, Hortense, o personas que él conocía bien, como sus sirvientes, jardineros u otros trabajadores. Esto se debió en parte a su timidez y en parte a que trabajó con una minuciosa falta de velocidad.

La pintura es esencialmente un estudio de formas más que de carácter. Cezanne no está interesada en el aspecto psicológico. De hecho, preferiría tener una niñera insignificante, tímida, cuya humildad e indiferencia no alteraría su naturaleza irritable. De hecho, insistió en la quietud absoluta, la quietud de los bodegones. ("¿Se mueven las manzanas?", Le preguntó una vez irritado a una niñera, que se movió después de estar exhausta por mantener la postura durante un largo período).

Las características principales de la composición, la figura de la mujer, la taza y la cafetera, están pintadas de manera muy abreviada utilizando una disposición estricta de líneas horizontales y verticales. Y como con casi todo lo que Cezanne pintó en este momento, los puntos de vista cambian a través del lienzo. La mesa, por ejemplo, se ve desde arriba, mientras que la mujer y la cafetera se ven desde un lado. Esta perspectiva no natural se convirtió en un componente definitorio de Cubismo En las manos de Picasso (1881-1973) y Braque (1882-1963).

A pesar de estas distorsiones subjetivas, Cezanne aún logra capturar las manos ásperas y la cara simple pero digna de la mujer, revelando, como en otros trabajos como The Card Players y Man Smoking a Pipe, su fuerte simpatía por las personas simples que viven vidas sin cambios.

NOTA: Para otras pinturas importantes de Paul Cezanne, consulte: La casa del hombre colgado (1873); El puente en Maincy (1879); la Pinturas de Mont Sainte-Victoire (1882-1906) y Los grandes bañistas (1894-1905).