STILL LIFE WITH APPLES,1890-94, PRIVATE,USA Paul Cezanne (1839-1906)

Análisis de la pintura
En esta composición se observa una naturaleza muerta dispuesta sobre un plano inclinado cubierto por un paño oscuro y texturizado. El elemento central lo constituyen varias manzanas, predominantemente en tonos rojizos y amarillos, agrupadas de manera densa. La pincelada es visible, con toques gruesos que definen la forma y el volumen de las frutas sin buscar una representación mimética perfecta; más bien, se aprecia un interés por capturar la luz y la sombra sobre sus superficies.
Acompañando a las manzanas, en el lado derecho del lienzo, se presenta una taza blanca con su platillo correspondiente, decorados con motivos florales sutiles. Junto a estos objetos, se distingue un pequeño objeto oscuro, posiblemente un trozo de pan o galleta, y un par de herramientas que sugieren la actividad artística: un pincel y un palet con restos de pintura.
El fondo es difuso, con una pared clara que contrasta con la oscuridad del paño y crea una sensación de profundidad limitada. La luz parece provenir de una fuente lateral izquierda, iluminando las manzanas y generando sombras marcadas que enfatizan su tridimensionalidad.
La disposición de los objetos sugiere un ambiente íntimo y cotidiano. Las manzanas, símbolo tradicional de abundancia y tentación, podrían aludir a la naturaleza efímera de la vida y el placer sensorial. La presencia de utensilios de pintura introduce una reflexión sobre el acto creativo mismo: la representación de la realidad como un proceso interpretativo y subjetivo. El paño arrugado y los objetos sencillos evocan modestia y simplicidad, alejándose de las ostentaciones típicas de otros géneros pictóricos. La obra podría interpretarse como una meditación sobre la belleza en lo ordinario, la fugacidad del tiempo y el papel del artista en la captura de momentos transitorios.