Banksy:
¿Vandalismo o arte? Traductor traducir

El famoso «arte-terrorista» Banksy nunca ha sido visto en persona: permanece completamente anónimo, aunque los londinenses aprecian sus pinturas callejeras.

Pinto, luego existo

El enigmático artista combina en su obra ingenio cáustico y polémicas declaraciones políticas, y parece que cuanto más lejos llega, más éxito tiene. En 2008, su cuadro Keep It Spotless, en el que la imagen de una criada se superpone a «guisantes» de Damien Hirst, se vendió por 1.870.000 dólares en la subasta de Sothbey. No está mal para un hombre escandalizado que lleva años escondiéndose de la policía.

Foto: banksy.co.uk

Banksy parece tener un don para hacer dinero de la nada. En enero de 2011, se subastó en eBay un trozo de papel con el nombre real del bromista británico escrito en él. El precio inicial de tres mil dólares subió rápidamente a 999.999 dólares, tras lo cual el lote fue misteriosamente retirado. Tal vez tal maniobra fuera obra del propio Banksy, capaz de convertir incluso una subasta en Internet en una rentable acción artística.

El hombre del metro

A lo largo de varias décadas, la obra de Keith Hering, un hombre subtípico con gafas, ha adquirido las características de un lenguaje visual distintivo. Ornamentos de figuras humanas sin complicaciones, vinculadas a temas de nacimiento, guerra y amor, aparecieron por primera vez como dibujos de tiza en el metro de Nueva York. Hering murió en 1990, pero sus obras siguen ganando popularidad: hoy pueden verse en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Arte de Los Ángeles y el Centro Georges Pompidou de París.

El artista ha creado obras en diversas técnicas, desde pintura sobre lienzo hasta escultura monumental, pero son sus sencillos dibujos subterráneos los más gratificantes. En 2007, el dibujo de 1982 de Keith Hering en tinta sobre una lona se vendió por 2,8 millones de dólares.

Punks en la galería

El artista estadounidense Jean-Michel Basquiat comenzó su carrera como estenomartista «anónimo» a finales de los años 70, cuando Nueva York estaba inmersa en una ola de transformación cultural. Muy pronto, sus caóticos y primitivos retratos-máscaras y escenas callejeras se colaron en los catálogos de las galerías y subastas más bohemias del mundo. El antiguo chico de la calle que vendía postales en una bandeja sería llamado pilar del neoexpresionismo, y el aura de locura punk, drogas y amistad con Andy Warhol daría a Basquiat la imagen de un gamberro del arte.

Jean-Michel murió sin llegar a ver su triunfo comercial. En 2013, el cuadro «Cabezas nubladas» pasó bajo el martillo de Christie’s por 48,8 millones. Por cierto, esta subasta en Nueva York fue la más lucrativa de la historia de la casa de subastas, con una recaudación total de 495 millones de dólares. ¿Y quién dijo que las salpicaduras de pintura de Jackson Pollock o las Marilyn Monroe multicolores de Andy Warhol eran cosa de una noche y truco?

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