«La Bella Principessa», Profile of a Young Fiancee Leonardo da Vinci (1452-1519)

El retrato presenta el perfil de una joven mujer, probablemente de la nobleza dada su atuendo y delicadeza en los rasgos. La autora ha plasmado a la modelo con un enfoque casi fotográfico, destacando la precisión anatómica del rostro y cuello. El cabello, largo y ondulado, se recoge en una compleja trenza adornada con una banda dorada que enfatiza la frente alta y el perfil pronunciado de la nariz.
La paleta cromática es sutil, dominada por tonos terrosos y ocres que sugieren una atmósfera íntima y refinada. El vestido, aunque parcialmente visible, parece confeccionado en un material rico y oscuro, posiblemente terciopelo o brocado, con detalles ornamentales bordados alrededor del escote.
La mirada de la joven se dirige hacia el frente, pero no establece contacto visual directo con el espectador; esta actitud confiere una sensación de reserva y contemplación. La iluminación suave modela las facciones, creando un juego de luces y sombras que acentúa la tridimensionalidad del rostro.
Subyace a la representación una clara intención de capturar la belleza idealizada de la juventud y el estatus social. El cuidado extremo en los detalles del cabello y el vestuario sugieren un encargo para conmemorar un compromiso matrimonial o un evento significativo en la vida de la retratada. La composición, centrada exclusivamente en el rostro y el cuello, elimina cualquier distracción y concentra la atención en la individualidad y la elegancia de la figura femenina. Se percibe una búsqueda de realismo que anticipa las técnicas del retrato renacentista, aunque con un tratamiento delicado y casi etéreo.