Nicolas-Bernard Lépicié – Portrait of a Boy with a Drawing Book, possibly a Pupil of the Artist Mauritshuis

El retrato presenta a un joven de complexión delicada, capturado en una pose que sugiere intimidad y cierta reflexión. La mirada del muchacho se dirige directamente al espectador, estableciendo un contacto visual inmediato; sin embargo, su expresión no es completamente abierta, sino matizada por una sutil reserva. Sus ojos claros revelan una inteligencia precoz, pero también una timidez inherente a la juventud.
El joven viste ropas sencillas, aunque pulcras: una camisa blanca con cuello almidonado y un chaleco claro. La paleta de colores es suave y apagada, dominando los tonos pastel y terrosos que contribuyen a crear una atmósfera de calma y modestia. Un sombrero de ala ancha proyecta una sombra parcial sobre su rostro, enfatizando sus rasgos juveniles y añadiendo profundidad al retrato.
En su mano izquierda sostiene un libro de dibujo abierto, junto con un lápiz. Este elemento es crucial para la interpretación del cuadro. El libro no muestra ningún dibujo visible, lo que sugiere que el muchacho está en proceso de creación o contemplación artística. La presencia del objeto apunta a una inclinación por las artes y posiblemente a una formación en este campo.
El fondo neutro y oscuro concentra toda la atención en la figura central. No hay elementos distractores ni referencias contextuales explícitas, lo que permite al espectador enfocarse exclusivamente en el personaje y su estado interior.
La luz incide suavemente sobre su rostro y manos, resaltando la textura de su piel y la delicadeza de sus rasgos. Esta iluminación contribuye a crear una sensación de realismo y cercanía emocional. La pincelada es precisa pero no excesivamente detallista, lo que sugiere un interés en capturar la esencia del personaje más que en reproducir fielmente su apariencia física.
En conjunto, el retrato transmite una impresión de sensibilidad, inteligencia y potencial artístico. Se puede inferir que el joven pertenece a una familia con recursos suficientes para proporcionarle educación artística, pero también se percibe una cierta humildad o modestia en su presentación. La obra parece ser un estudio de carácter más que un simple registro visual; el autor busca capturar la individualidad del muchacho y su incipiente vocación.