Steppe. Arhip Kuindzhi (Kuindschi) (1842-1910)

Descripción del cuadro La estepa de Arkhip Kuindzhi

Arkhip Kuindzhi no es un pintor cualquiera. Es un artista asombroso, como Dios manda, que domina un oficio tan fantástico como el de trabajar adecuadamente el color, la luz sobre el lienzo. La magia de su arte es el hábil uso de los colores y, por supuesto, el color y la luz. Con tanta habilidad que a veces parecía magia.

Aquí, por ejemplo, hay dos lienzos sobre el tema "La estepa". El de arriba es un sencillo paisaje de la estepa ucraniana. En algún lugar de la distancia se puede ver un pueblo y a su alrededor la inmensa estepa de color amarillo-negro-marrón. Hay espinas y hierba en primer plano, ligeramente arrugada por el sol. Y, por supuesto, el vasto cielo con nubes e incluso una especie de azul violáceo. La magnitud del lienzo y la inmensidad de la estepa son sorprendentes.

Y el segundo lienzo es precisamente esas mismas maravillas. Es un paisaje de la estepa, pero de la primavera. Cuando la hierba acaba de aparecer y todavía hay vegetación joven. Y ahí es donde entra la magia del artista. El cielo está un poco gris antes del amanecer. Una brisa matutina sopla en el suelo y la hierba se arrastra en ondas sobre la estepa, una sensación tal que la estepa se mueve, se balancea y está viva.

Incluso tienes la sensación de que puedes oír la brisa. Y por supuesto la escala de nuevo, sólo que esta vez es pura estepa. Nada interfiere con la naturaleza, sólo ella misma, sólo su aliento.

Arkhip Kuindzhi no es un pintor de paisajes corriente. Todas sus obras están llenas de naturaleza sincera, y lo principal es el amor del artista por ella. En sus lienzos describía sobre todo las extensiones ucranianas, ya que él mismo había nacido allí.

Uno de sus mejores cuadros, Dniéper de noche, dejó atónitos a los espectadores. Pero lo más interesante es que fue el único cuadro que mostró. Era sólo una exposición de un lienzo. Y el público fue y se maravilló de su belleza. Exactamente como estos lienzos, especialmente el último, el de abajo. Hay que ver este lienzo y regocijarse en su belleza.