Joseph Mallord William Turner – The Shipwreck Tate Britain (London)

Descripción del cuadro Naufragio de William Turner

Las peores muertes se producen en el agua y en el aire. Ni arriba ni abajo hay nadie ni nada que te salve. Lo único es que en el aire mueres al instante, en el agua seguirás sufriendo durante un tiempo. Pero si en el cielo el factor humano es el principal causante de los problemas, en el mar la propia naturaleza puede convertirse en la dueña de los destinos. Y así se tiene suerte y depende de muchas cosas: del capitán, de los vecinos-pasajeros, de la fugacidad de la tormenta.

Turner, por supuesto, no es Aivazovsky y difícilmente podría representar el mar tan bellamente como lo hace nuestro pintor marino ruso... Pero fue capaz de transmitir la tragedia, de transmitir el sabor de la muerte. Presta atención a que casi todo el lienzo es negro, tanto el mar como el cielo. Pero la parte central se aclara y podemos ver que en algún lugar de la profundidad del lienzo un gran barco se está hundiendo y en el primer plano los que han logrado subir a un barco están luchando por sus vidas con dos barcos más que vienen a ayudarlos. Pero ellos también corren el riesgo de hundirse. Algunas personas están atrapadas en el agua y el bote intenta sacarlas del agua.

Pero el esquife superior se cierne peligrosamente sobre el bote y es probable que la ola lo deje caer sobre los desafortunados, y entonces todos los de los dos botes morirán. El segundo barco intenta alejarse y parece que lo consigue. Pero qué espeluznante debe ser ver morir a alguien cercano y no poder ayudar. Da miedo. Y las olas negras arremeten a su alrededor, listas para abalanzarse sobre estos barcos y cobrar nuevas víctimas para el dios del agua Poseidón.

Sin embargo, el artista ofrece algo de esperanza a los náufragos. En algún lugar de la distancia se puede ver un rayo de luz brillante en el cielo que significa que el mal tiempo pasará pronto, el mar se calmará y se podrá respirar con tranquilidad. Pero no será tan pronto y la gente tendrá tiempo de morir después de todo. Eso es lo que da tanto miedo y frustración, que falta poco para la claridad.