La ultima cena Giorgio Vasari (1511-1574)

Análisis de la pintura
En esta composición se observa una escena que transcurre en un espacio arquitectónico renacentista, probablemente un refectorio o sala de banquetes. Una larga mesa domina el primer plano, ocupada por trece figuras masculinas sentadas a ambos lados. La iluminación es intensa sobre las figuras centrales y disminuye gradualmente hacia los extremos, creando una sensación de profundidad y focalizando la atención en un personaje ubicado aproximadamente en el centro del cuadro.
El personaje central, con rostro sereno y manos extendidas, parece estar realizando un gesto o pronunciando unas palabras. A su alrededor, los demás personajes muestran diversas reacciones emocionales: sorpresa, incredulidad, consternación, confusión. Algunos se inclinan hacia él, otros gesticulan entre sí, mientras que algunos parecen absortos en sus propios pensamientos.
La mesa está dispuesta con alimentos y objetos de uso cotidiano, como platos, copas y jarras. En el fondo, a través de una serie de arcos y columnas, se vislumbra un paisaje exterior. Un grupo de músicos toca instrumentos en una galería superior, lo que sugiere un ambiente festivo o ceremonial.
La disposición de las figuras, la simetría compositiva y la atención al detalle en los ropajes y expresiones faciales sugieren una narrativa compleja. La escena podría representar un momento crucial de una reunión importante, posiblemente un anuncio o revelación que provoca reacciones encontradas entre los presentes.
El texto latino visible sobre el arco central – “Hoc facite in memoriam mei” (Haced esto en memoria mía)– introduce un elemento ritual y conmemorativo. La presencia de este letrero, junto con la disposición de las figuras alrededor de una mesa compartida, podría aludir a un acto de comunión o un pacto sagrado. La tensión emocional palpable entre los personajes sugiere que se está desarrollando un conflicto interno o una traición inminente.