"Crítica de la razón pura" de Immanuel Kant, resumen Traductor traducir

Desde su publicación en 1781, la Crítica de la razón pura de Kant se ha convertido en uno de los volúmenes más importantes de la historia de la literatura filosófica. Esta obra compleja se ubica junto a obras seminales como La República de Platón , Summa Theologia de Tomás de Aquino y Así habló Zaratustra de Nietzsche .

Aunque el tema y el análisis son demasiado complejos para ser resumidos para ser justos, cuando todo está dicho y hecho, Kant se esfuerza por lograr la reconciliación al resumir todo su trabajo y aprendizaje. Kant dirigió su mente brillante al aspecto epistemológico de la filosofía, que es el estudio del conocimiento. La filosofía sin conocimiento es solo teoría, pero el conocimiento sin una comprensión de su significado y cómo ese significado puede y debe aplicarse es el camino hacia la mala teoría sobre la que se construye la mala filosofía.

La reconciliación que Kant busca en este vasto libro tiene lugar entre las dos teorías del conocimiento que se hicieron dominantes durante la Ilustración: el empirismo y el racionalismo. Kant se opuso tanto al concepto de conocimiento innato separado de la experiencia como a la insistencia en que todo conocimiento depende por completo de la experiencia. Dado que tanto los racionalistas como Descartes como los empiristas como Locke partieron de teorías fundamentalmente defectuosas, cualquier filosofía basada únicamente en esas teorías también era, por definición, defectuosa. Fue desde esta posición que Kant buscó la reconciliación entre ellos, lo que permitiría llegar a una comprensión de las fuentes de todo conocimiento. La formulación de su objetivo en la Crítica de la razón pura es una de las formulaciones más accesibles que se encuentran en el libro:

Entonces, ¿cómo surge el conocimiento, sino universalmente a través de la experiencia? La formulación de su objetivo es simple y accesible. La respuesta a la que llega Kant ocupa la mayor parte de la Crítica de la razón pura, considerada casi universalmente como una de las obras filosóficas más importantes, más complejas, abstrusas y, a menudo, impenetrables (incluso para los profesores de filosofía) jamás escritas.

El mismo Kant comparó sin modestia el resultado de su revolución en el pensamiento filosófico, contenido en el difícil lenguaje de la Crítica de la razón pura, con el momento en que Copérnico se dio cuenta de que las estrellas no giran alrededor de quien mira al cielo por la noche, sino el que mira hacia arriba. Las teorías de Kant destruyeron convenciones establecidas desde hace mucho tiempo al igual que Copérnico destruyó "verdades" astronómicas establecidas desde hace mucho tiempo, y nada volvió a ser igual después de eso.

Breve recuento

Este es un libro complejo, pero está simplificado por la división en varias partes. El punto principal del ensayo es explicar la interpretación metafísica de la realidad, a partir de lo que se puede observar.

Parte I: "La Doctrina Trascendental de los Elementos"

Kant analiza el mecanismo elemental de la experiencia humana.

Comienza con el ensayo "Estética trascendental", en el que analiza la capacidad de una persona para determinar información sobre el mundo a través de la observación trascendental - percepción a priori del mundo a través de los sentidos externos. Por trascendental, Kant quiere decir que el conocimiento del mundo de una persona, por así decirlo, va más allá de los límites de su entorno inmediato. En otras palabras, cuando una persona percibe la realidad, la toma por realidad y trata de recrearla en su cabeza. Esto hace una distinción entre el objeto físico (materia) y lo que esa experiencia representa sobre la realidad (forma).

Kant luego analiza el espacio y el tiempo, que representan la ubicación literal de una persona en la realidad. Considera estas dimensiones desde un punto de vista metafísico y desde el punto de vista de un enfoque trascendental. El enfoque metafísico muestra cómo nuestro conocimiento del mundo puede desarrollarse para llegar a nuevas conclusiones válidas, no sobre la base de la observación directa, sino gracias a la estructura metafísica del ser. (Las conclusiones se pueden sacar con seguridad de la evidencia.)

El enfoque trascendental muestra que el proceso por el cual una persona llega a comprender los principios metafísicos debe ser a priori. Esto significa que una persona fue creada para comprender intuitivamente patrones y principios invisibles. Kant señala que el Tiempo no es un concepto lógico, sino trascendental, ya que no corresponde al pensamiento binario.

Luego, en Lógica trascendental, Kant discutió la racionalidad y el universo. En la Sección Uno, Kant aboga por una comprensión trascendental de la lógica de manera similar al ensayo anterior, discutiendo el aspecto metafísico de su idea y luego el aspecto trascendental de su idea (que él llama deducción). También comenta sobre la estructura esquemática tanto de la naturaleza como del conocimiento, y añade "La refutación del idealismo". Obviamente, creía que la gente malinterpretaría su filosofía como idealismo platónico.

Luego pasa a la segunda sección, a la que llama "La dialéctica trascendental". Comienza explicando la falacia del razonamiento "puro", argumentando que la lógica debe estar sinceramente ligada a la experiencia real. Esto lleva a una discusión sobre el alma en cuatro partes: el alma es sustancia, el alma es simple, el alma es personalidad y el alma está separada del mundo de la experiencia. En ellos argumenta que el "alma" humana debe corresponder a un fenómeno con sustancia, y no puramente metafísico, y también que el alma es más o menos fácil de deducir, y que es una persona y se diferencia de la realidad por separación.

Utilizando esta comprensión dialéctica del alma (el alma se comunica con el mundo exterior), Kant explica cómo pueden surgir paradojas lógicas (las llama antinomias, que significa "leyes opuestas"). Dado que la razón solo puede aplicarse a asuntos de experiencia, no hay verdad en las ideas de las personas sobre el universo, sus orígenes, su "significado", nuestro supuesto "destino o libertad"; todos estos argumentos se refieren a temas que están más allá de la lógica humana.

Concluye la Parte I con una discusión de la mente misma, usando tres ejemplos: rechaza la ontología de Anselmo, rechaza la comprensión de Dios como el "primer motor" y discute la visión de Dios como el relojero, desde la forma en que " Dios" opera en realidad es tal que parece ya programado cuando llegamos aquí, y no tiene que hacer mucho para mantenerlo, porque lo hizo lógico y circular.

Parte II: "La doctrina trascendental del método"

Kant concluye sus ensayos con una discusión exhaustiva de la "razón pura", dividiendo sus pensamientos en cuatro métodos diferentes: "La disciplina de la razón pura", "El canon de la razón pura", "La arquitectura de la razón pura" y finalmente " Historia de la Razón Pura".

El libro La Disciplina de la Mente Pura requiere una gran disciplina para leer. Este es un intento de argumentar exhaustivamente la conexión entre la teoría matemática y la filosofía. Esta es la filosofía analítica de Kant, mientras que en la primera parte del libro sus pensamientos son continentales y abstractos.

A los efectos del Canon, Kant señala que, sobre todo, el hombre debe ser capaz de tratar racionalmente con el mundo, lo que significa que los pensamientos sobre Dios y la teología deben reservarse para discusiones moralistas y no para discusiones de filosofía práctica. "Arquitectónica" es la compatibilidad de fondo de diferentes tipos de información en el gran esquema de la existencia. Aquí está la mejor representación de esta estructura que Kant puede ofrecer: el mundo es ontológico, luego físicamente racional, luego cosmológicamente racional y finalmente teológico. Kant rechaza fundamentalmente cualquier discusión sobre "Dios" que no represente los cuatro reinos.

En Historia, Kant explica que nuestra capacidad de ver el mundo con claridad se desarrolló a partir de la obsesión del hombre por Dios y que, por extraño que parezca, nuestra filosofía se guía muy poco por la crítica racional.

Caracteres

Dios

Hay un Dios de carácter que se percibe como el creador del tiempo, y según Kant, Dios diseñó todo de forma lógica y circular. Argumenta que Dios no tiene que hacer mucho para que el mundo siga funcionando. Dios obra a través de la realidad de forma planificada, y Kant rechaza la idea de Dios como el primer motor de este universo. Afirma que Dios simplemente creó este mundo y simplemente observa cómo sucede todo.

El hombre que imagina

Kant imaginó seres humanos que imaginan ciertas cosas e ideas. Según Kant, las personas tienen la capacidad de imaginar cosas sin experimentarlas por sí mismas. Perciben la realidad de su entorno inmediato a través de sus sentidos externos y luego recrean esa realidad en su cabeza. Reciben información sobre el mundo a través de observaciones trascendentales. Afirma que las personas tienen la capacidad de comprender objetos invisibles al imaginarlos en su cabeza y creer que son ciertos sin ninguna prueba.

Un hombre con una mente pura

La filosofía de Kant representa a una persona con una mente pura. Esta persona no acepta las cosas sin entenderlas y sin las debidas pruebas. Él no entreteje a Dios y otros conceptos trascendentales en todos los asuntos de la vida. Limita a Dios a la filosofía moralista y no lo involucra en la filosofía práctica. Una persona con una mente pura analiza todo en lugar de seguirlo ciegamente.

Temas

La razón y la experiencia son trascendentes y metafísicas.

Según Kant, la razón pura no es lo que parece ser. Sin experiencia, la razón es infundada e inútil. Sin razón, la experiencia no puede ser comprendida. Esto significa que debe haber una práctica de reconocer la verdad sobre los patrones y principios invisibles del mundo a través de la experiencia y la razón juntas, en armonía.

Argumenta que esto es posible porque la razón y la experiencia tienen algo en común: las percibimos a priori. Argumenta que el mundo debe ser metafísico porque las matemáticas, por ejemplo, se traducen en realidad, y porque al asumir que el mundo está estructurado, podemos actuar en ese mundo. Este enfoque utilitario está reñido con la verdad trascendental de la experiencia, según la cual la realidad está más allá de la comprensión humana. Parte de la expresión de Kant de este rechazo a la religión es que la gente simplifica demasiado la verdad en lugar de aceptar el mundo tan complejo como realmente es.

Entender a "Dios" no es tan fácil

La idea de Dios interactuando con el mundo históricamente se dio por sentada, explicada teóricamente por la religión, pero no susceptible de procesamiento lógico. Kant está tratando de mostrar que incluso si Dios existe, lo que podemos observar sobre el universo a través de la observación y la contemplación es diferente de lo que las personas religiosas entienden por "Dios".

En parte, Kant escribió esto para romper la visión filosófica del mundo metafísico en jerarquías, tratando de ilustrar cuán compleja y difícil es la tarea de dar sentido al mundo, especialmente sin aceptar una idea supersticiosa de Dios.

Prioridad de la razón sobre la inferencia

Uno de los problemas de Kant en la historia de la filosofía, a la que pertenece, es que históricamente las creencias de las personas se han creado sobre la base de inferencias supersticiosas sobre el mundo (religión), y no como resultado de un complejo proceso de autoanálisis de datos. Explica que el verdadero conocimiento es el producto de la verdadera razón y descarta las ideas religiosas como fundamentalmente inútiles porque las ideas religiosas a menudo hacen afirmaciones racionales sobre principios trascendentes. Por cierto, esto no es solo un problema teológico: muchas personas tienen creencias que han aceptado sin verificación.

Para comprender el alcance de la Crítica de la razón pura de Kant, es necesario comprender la verdad básica sobre la realidad: Algunos fenómenos reales observables son trascendentes, es decir, su comprensión está más allá del alcance del conocimiento humano, ya que son técnicamente infinitos. en naturaleza. Él considera el tiempo y el espacio de esta manera, argumentando que las personas rechazan la tentación de volverse supersticiosa, pero no porque no considere valiosa esta pregunta, simplemente cree que la pregunta aún está más allá de nuestra capacidad para responderla.

Para tener una idea clara de lo que quiere decir, mire su famoso argumento para entender a Dios como el "creador del tiempo". Esta visión deísta significa que si bien Kant entiende en principio que la existencia de Dios daría sentido a nuestra existencia, esto realmente no ayuda, ya que puede hacer que el sistema sea aún más inexpresable en la naturaleza.

Para Kant, la única visión útil de Dios es aquella que tiene en cuenta el hecho de que el propósito de Dios es más importante en nuestra experiencia que la acción real de Dios. En otras palabras, los "puntos de vista religiosos" de Kant se pueden expresar de la siguiente manera: "El universo está ordenado y tiene sentido, pero la religión trata de responder preguntas que no pueden responderse, en lugar de permitir que el universo sea hermoso y confuso".

Curiosamente, aunque en un momento los escritos de Kant fueron considerados fundamentalmente no religiosos, ha quedado claro en la comunidad filosófica que Kant parece tratar la idea de Dios con humildad y racionalidad. De hecho, muchas de las ideas de su visión del mundo metafísico parecen encajar bastante bien con una mística oriental, como el budismo zen. El budista comparte la opinión de Kant de que las cuestiones de la teología son esencialmente no duales y trascendentes. También prefieren dejar las preguntas religiosas sin respuesta, creyendo que el viaje de razonar sobre la existencia de uno es más significativo que simplemente "tener la respuesta correcta" en teoría.

El trabajo no puede llamarse conciso, pero es consistente. En general, el lector debe entender que Kant allanó el camino para librepensadores como los positivistas lógicos, y que la teología es en realidad solo filosofía mal ejecutada. Las preguntas sobre la existencia, Dios y el significado de la vida son inherentemente trascendentales, es decir, teóricamente observables, pero nuestras ideas sobre tales temas deben ser imparciales e imparciales, dado lo ilimitado de algo como "Dios" y las limitaciones de nuestro verdadero mente humana.