"Cómo robar un perro" de Barbara O’Connor Traductor traducir

«Cómo robar un perro» es una novela de ficción infantil y juvenil publicada en 2007 por la autora estadounidense Barbara O’Connor. Su historia trata sobre los esfuerzos de una adolescente por robar un perro y cobrar el dinero de la recompensa después de que ella y su familia son desalojados de su apartamento.

O’Connor es un autor de libros para niños que vive en Ashville, Carolina del Norte. Sus libros se basan en sus recuerdos de su infancia sureña en Carolina del Sur, y hace abundantes referencias al clima, hábitos y dialectos locales. Su libro «Wish» (2016) fue un éxito de ventas de «The New York Times» y fue nombrado uno de los «Mejores libros del año de la American Booksellers Association» en 2016. «How to Steal a Dog», el quinto libro de O’Connor, ganó la recomendación Parents Choice de 2007 y fue uno de los mejores libros del año 2007 de «The School Library Journal». En 2014, el libro fue adaptado a una película del mismo nombre por el director surcoreano Kim Sung-ho. La vida de la adolescente Georgina Hayes da un vuelco cuando su padre se va y abandona a su familia. Georgina, su madre, y el hermano menor Toby son desalojados de su apartamento y obligados a vivir en su viejo auto Chevrolet. Ella experimenta la humillación de tener que estacionar en diferentes lugares alrededor de Darby, Carolina del Norte, para que la policía no los alcance. Georgina va a la escuela con ropa sucia mientras sus compañeros de clase, incluida su mejor amiga Luanne Godfrey, continúan con sus vidas protegidas de clase media. Cuando Luanne descubre que Georgina vive en un automóvil, Georgina se siente avergonzada y desesperada. Se da cuenta de un letrero que ofrece una recompensa de $ 500 para la persona que encuentre el perro perdido de una familia. Esto se acerca a la cantidad de dinero necesaria para conseguir un apartamento para su familia. Georgina decide que robará un perro y se lo devolverá al dueño tan pronto como coloquen un cartel de recompensa. También comienza a escribir una guía práctica para robar un perro en su cuaderno personal. Georgina recluta a Toby para que la ayude con la misión. En el patio trasero de una casa grande, encuentran a un pequeño perro blanco y negro llamado Willy y deciden que será su víctima. La dueña de Willy, Carmella Whitmore, tiene el mismo nombre que la calle en la que vive, por lo que Georgina cree que es una rica terrateniente dispuesta a repartir una recompensa de 500 dólares por su perro perdido. Aún así, Georgina no está segura de su plan y lo suspende cuando parece que su madre les ha conseguido un nuevo hogar. Cuando la nueva casa resulta espeluznante y abandonada, y el propietario finalmente los rastrea y los desaloja, Georgina pierde la fe en que su madre podrá solucionar el problema. Georgina piensa que no tiene más remedio que robar el perro y mantenerlo en el porche de la casa vieja y espeluznante. Una vez que ella y Toby llevan a cabo el robo, Georgina busca los carteles de recompensa. Cuando se enteran de que Carmella no ha hecho nada, Georgina y Toby van a Whitmore Road y la localizan. Carmella, devastada, los invita a su casa sorprendentemente destartalada, lo que hace que Georgina se dé cuenta de que el dueño de este perro no es tan rico como imaginaba. Carmella se resiste ante la idea de que tendría que pagar una tarifa de recompensa de $ 500 a la persona que encontró a Willy, e insiste en que no tiene esa cantidad de dinero. Georgina anima a Carmella a buscar el dinero de parientes más ricos, todo ello mientras oculta el hecho de que conoce el paradero de Willy. Mientras tanto, coloca carteles de perros desaparecidos para Willy. De vuelta en la casa vieja, Georgina ve a Willy con un extraño. El extraño es un vagabundo llamado Mookie, que anda en su vieja bicicleta oxidada ayudando a otros de forma gratuita, a pesar de no tener dinero. Georgina le miente a Mookie y le dice que Willy es su perro y que lo mantendrá allí hasta que su familia encuentre un apartamento donde el propietario permita mascotas. Aunque Mookie luego encuentra los carteles de perros desaparecidos con la cara de Willy en ellos, no confronta directamente a Georgina, solo le dice que el rastro que deja detrás de ella es tan importante como el camino que tiene por delante. Por lo tanto, da a entender que sabe que ella robó el perro. Mookie también tiene la amabilidad de reparar el auto de su madre cuando no arranca. A medida que Georgina absorbe las lecciones de Mookie, las dudas de Toby y la angustia de Carmella por perder a su mascota, crece su sentimiento de remordimiento. Sin embargo, todavía no puede decidirse a devolver el perro, sintiendo que la recompensa eventualmente se materializará y que debe terminar lo que comenzó. Está tan tensa que le grita a Mookie, acusándolo de robar a Willy, cuando Willy desaparece temporalmente porque siguió a Mookie al centro comercial. Georgina llega al punto en que la urgencia moral de devolver a Willy es tal que debe faltar a la escuela para hacerlo. Está tentada a dejar a Willy en casa de Carmella y marcharse sin decir una palabra, pero su conciencia la lleva a confesar. Al contarle todo a Carmella, Georgina se sorprende por la compasión que recibe y por la invitación de regresar y pasear a Willy al día siguiente. Hay más buenas noticias en el horizonte para Georgina, ya que su madre encuentra una pequeña casa que compartirán con otra familia monoparental.