Cómo Eduardo VIII tomó prestadas pinturas de la Galería Nacional Traductor traducir

En una ocasión, el rey Eduardo VIII tomó prestadas siete obras maestras de la National Gallery de Londres, entre ellas cuadros de artistas como Canaletto y Jan van Os. Eduardo VIII abdicó del trono británico en 1936, tras gobernar sólo diez meses, porque no se le permitió casarse con una estadounidense divorciada, Wallis Simpson. Entonces todavía príncipe de Gales, quería cuadros para adornar sus habitaciones del palacio de St James.

La corta pero intensa relación de Eduardo con la National Gallery se describe en un libro que se ha publicado recientemente en Canadá. «Stewards of the Nation’s Art: Contested Cultural Authority 1890-1939», escrito por Andrea Geddes-Poole, profesora asociada de la Universidad Trent de Ontario, también está disponible en formato electrónico. Otro escritor e historiador, Michael Savage, subraya en su blog: «El futuro rey Eduardo VIII fue brevemente fideicomisario de la National Gallery. Pero no tenía ni idea de que la National Gallery había respondido a su petición y le había proporcionado algunos lienzos de arte para su casa».

Los archivos conservan documentos que lo confirman. En 1930 Eduardo fue nombrado miembro de la Junta del Consejo. «El Príncipe de Gales se ha reunido hoy en el Consejo de la National Gallery», escribe Lord Crawford (David Lindsay) en una circular especial en la que describe las obligaciones oficiales diarias de la familia real. «Nos sorprendió bastante. Hacia la mitad de una reunión que parecía muy importante, evidentemente se aburrió, encendió un cigarrillo y habló animadamente con sus vecinos… Por lo que pude deducir, se trataba principalmente de charlas sobre raza y sociedad», continúa Lord Crawford.

En noviembre de 1930, el Príncipe de Gales pidió prestados siete cuadros de la National Gallery. Pensaba colgarlos en sus apartamentos del palacio de St James. Un portavoz de la National Gallery dijo entonces: «El Director… fue informado de la petición de siete cuadros por parte de Su Alteza Real el Príncipe de Gales. El Consejo de Administración autorizó la selección». Estos siete incluían obras maestras como «Venecia: El Palacio Ducal» (Venice: The Doge’s Palace) y «Riva degli Schiavoni», pintados en la década de 1730 por Canaletto, «Fruit, Flowers and a Fish» (Fruta, flores y un pez), de 1772, por Jan van Os, y «The Eendracht and a Fleet of Dutch Men-of-war (El Eendracht y una flota de hombres de guerra holandeses)» por Ludolf Bakhuizen, pintado en 1670.

Poco después, el ayudante del príncipe, Cooper Thomas, expresó en una carta al entonces director de la National Gallery, Charles Holmes, cierta preocupación por el destino de los cuadros, que supuestamente habían sido trasladados a otra residencia real. Holmes respondió con tacto que «no debe haber ninguna ambigüedad, y cuando el Príncipe de Gales ya no los necesite [в работах], serán devueltos a la galería».

La situación se resolvió finalmente en 1936, cuando Lord Crawford anotó en su diario: «El duque de York [Брат Эдуарда, будущий король Георг VI] dijo el otro día al director de la National Gallery que tenía la intención de hacer reparaciones en su casa, y pensó que sería más seguro colocar una serie de cuadros que le pertenecían en la galería durante ese período». El director de la galería, subrayó Crawford, no tenía ni idea de que los cuadros que habían sido regalados al Príncipe de Gales habían acabado para entonces en posesión del Duque de York. «Y entonces se descubrió que los números de inventario y las etiquetas de la National Gallery habían sido retirados de los cuadros». Finalmente, las obras regresaron sanas y salvas a la galería.

Anna Sidorova © Gallerix.ru