Fiesta en la casa de Levi, Paolo Veronese:
Análisis
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Descripción
Nombre: La fiesta en la casa de Levi (1573)
Artista: Paolo Veronese (1528-88)
Medio: Pintura al óleo sobre lienzo
Género: Arte bíblico
Movimiento: Pintura manierista (Italia)
Ubicación: Galería de la Academia de Venecia (Gallerie dell’Accademia)
Por el significado de otras famosas obras maestras,
por favor mira: Pinturas famosas analizadas (1250-1800).
Fondo
Paolo Veronese fue uno de los tres mejores Artistas manieristas activo en Venecia: los otros son Jacopo Bassano (1515-1592) y Tintoretto (1518-94). El estilo renacentista tardío de Manierismo le dio rienda suelta para mostrar su manejo excepcional de color, aunque nunca fue un partidario partidario de Venecia colorito en su batalla con florentina disegno . De hecho, su preferencia era dirigir un rumbo intermedio entre la línea y el color. En un contexto de agitación protestante / católica en toda Europa, Veronese buscó un santuario artístico en una gama de imágenes decorativas a gran escala de la sociedad veneciana, con temas religiosos. Una especie de pintura de historia en un contexto veneciano contemporáneo.
Tema de la última cena cambiado
La fiesta en la casa de Levi fue la última de una serie de monumentales pinturas de banquetes de Veronese, que incluyeron La fiesta de bodas en Cana (1563, Louvre, París) y Cena en la Casa de Gregorio Magno (1572, Monte Berico, Vicenza). Pintado para el comedor del monasterio dominicano de Santi Giovanni e Paolo, mide aproximadamente 18 X 42 pies, es uno de los más grandes pinturas religiosas del cinquecento.
Originalmente, el tema de la pintura era la "Última Cena de Jesucristo con sus discípulos en la casa de Simón", que ilustra la historia bíblica en Lucas 7: 36-50. La Última Cena fue un tema muy usado en Arte cristiano, especialmente durante el Renacimiento italiano cuando fue popularizado por imágenes como: "La Última Cena" (1447, Sant’Apollonia, Florencia) por Andrea del Castagno ; "La última cena" (1480, Chiesa di Ognissanti) por Domenico Ghirlandaio ; y "La última cena" (1495-8, Santa Maria delle Grazie) por Leonardo da Vinci.
Desafortunadamente, la interpretación de Veronese de este evento bíblico fue, como su versión de Wedding Feast at Cana, muy controvertida, ya que contenía una cantidad notable de imágenes profanas y profanas, que se consideró inapropiada para el tema. En respuesta a la revuelta protestante de Lutero, Roma ya había emitido nuevas pautas para Arte de la Contrarreforma católica, pero el caso de Veronese fue mucho más grave. Poco después de que se completara la imagen, fue convocado para comparecer ante un tribunal de la Inquisición Católica Romana para defenderse de los cargos de herejía. El quid del problema involucraba tres cuestiones: la inclusión en la pintura de un grupo de odiados soldados alemanes; la inclusión de varios bufones impíos y enanos, pero ninguna Virgen María; y la falta de claridad sobre cuál de las tres "últimas cenas" fue representada. (Nota: Después de su entrada triunfal en Jerusalén, Jesús y sus discípulos comparten una comida hacia el final de la semana, después de lo cual es traicionado y crucificado. Hay tres versiones diferentes de esta llamada "Última Cena" – en Marcos 14 : 22-24; Mateo 26: 26-28; y Lucas 22: 19-20.)
Veronese montó una defensa bastante débil, citando las formas desnudas en el Juicio Final fresco por Miguel Ángel como precedente para su propio arte religioso más contencioso, pero la Inquisición se contentó con emitir amenazas y simplemente le ordenó que realizara una serie de cambios en la pintura a su propio costo. Veronese no hizo nada para cumplir, pero fue lo suficientemente inteligente como para cambiar el título a una historia del Evangelio menos doctrinal: Cristo en la Casa de Leví. Basado en Lucas 5: 27-32, se refiere al banquete ofrecido a Jesús por el recaudador de impuestos Levi. Cuando los fariseos le preguntaron a Jesús "¿Por qué comes y bebes con recaudadores de impuestos y pecadores?" Él respondió: "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento".
los pintura muestra el típico banquete veronés: colorido, hedonista y lleno de invitados. El lugar parece ser un pórtico de estilo clásico enmarcado por la balaustrada de una escalera doble y tres grandes arcos superiores, más parecido a Arquitectura renacentista que Arquitectura romana. Estas características arquitectónicas, así como el suelo de baldosas estampadas conducen a la figura central de Jesús sentado debajo del arco medio. El halo de Cristo, vestido con una túnica brillante bíblica, está flanqueado por San Pedro (tallando simbólicamente el cordero) y San Juan, mientras que Judas (opuesto e izquierda) es retratado por la inquieta figura en rojo. A su alrededor, una multitud de figuras animadas vestidas con trajes venecianos contemporáneos se mueven, hablan o debaten entre sí, como si fuera un evento social importante en la Venecia del siglo XVI.
De hecho, como concluyó la Inquisición, si no fuera por el halo de Cristo, podría ser un asunto completamente pagano. Veronese pintura de figura incorpora a los nobles, sirvientes y espectadores habituales, así como una variedad típica de borrachos, bufones, enanos, orientales pintorescos, sirvientes y animales de piel negra, pero también incluye a varios hombres vestidos como soldados alemanes protestantes, armados con alabardas.
Al igual que otras pinturas de banquetes de Veronese, The Feast in the House of Levi es una puesta en escena cuidadosamente compuesta, que establece un evento religioso serio en un contexto moderno. Aunque la obra fue retitulada, su nueva identidad, una cena en la que Cristo se sienta con los pecadores, encaja perfectamente con la decadencia y el materialismo suntuoso en exhibición. Y le da a Veronese el máximo alcance para mostrar su luminosa Paleta de colores renacentista, para dar vida a las formas monumentales de la Alto renacimiento. Aunque la composición está repleta de simbolismo, uno no puede evitar sentir que su verdadero objetivo era mostrar la pompa y la grandeza de la República de Venecia. Curiosamente, el único efecto duradero de las críticas de la Inquisición fue crear una gran demanda por el trabajo de Veronese.
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