At breakfast Zinaida Serebryakova (1884-1967)

Descripción del cuadro "At Dinner" (En el desayuno) de Zinaida Serebryakova

El cuadro "En el almuerzo" (otro título es "En el desayuno") es uno de los más famosos de la obra de la artista rusa Zinaida Serebryakova. Se sabe que representa a los propios hijos del artista. Su madre los representó sentados a la mesa esperando la comida.

Al ver la foto, uno puede suponer que los niños están esperando el almuerzo, pero en realidad era el desayuno. De ahí la confusión sobre el título. La explicación es sencilla: la familia vivía en 1914 según el modo de vida europeo. Tomaban un pequeño desayuno a primera hora de la mañana, seguido de un gran desayuno al mediodía, que llamamos almuerzo en nuestras propias palabras.

El retrato está pintado de tal manera que el espectador no tiene la impresión de que los chicos estén posando. Por el contrario, uno tiene la impresión de que son bastante activos. Se puede ver especialmente en Shurik, que se gira para mirar a su madre. Es como si esperara que ella se uniera a la comida. Él mismo ya ha empezado a tomar la sopa. Su hermano Zhenya, antes más tranquilo, sólo bebe agua por ahora. Pero también podemos ver las manos de su abuela vertiendo la sopa por él. Su hermana pequeña, poniendo su regordeta mano en el plato, mira a su madre-artista con ojos de prueba. Cada uno de los tres niños tiene su propia expresión facial y su propia postura. Los niños van vestidos con ropa modesta pero elegante.

También llama la atención la disposición de la mesa. Se hace siguiendo las nobles tradiciones de la época: un mantel blanco como la nieve, servilletas dobladas de forma especial, una elegante jarra y un servicio de porcelana. Entre estos últimos llama especialmente la atención la sopera de porcelana pintada, que para un moderno da la impresión errónea de que el cuadro representa una cena. El montaje de la mesa nos recuerda tiempos pasados en los que la vida era más tranquila y mesurada. Sin embargo, hay otros objetos más sencillos sobre la mesa, como vasos, un azucarero y una jarra de leche. Y cuando miramos los apetitosos bollos rojos, es como si pudiéramos oler el aroma que emana de ellos.

La pintura de Serebryakova es sorprendentemente conmovedora, poética y espiritual. Es imposible no conmoverse mirando las caras de estos niños tan sinceros y llenos de vida. En sus ojos parece que vemos un reflejo de sus almas puras e inocentes. La artista creó muchas de sus obras de manera similar, este era su estilo y letra particulares.