Untitled Vasily Kandinsky (1866-1944)

Descripción del cuadro "Negro y púrpura" (1923) de Wassily Kandinsky

El cuadro fue creado durante el periodo en que el artista pintó sus mejores obras. Tras su regreso a Alemania, trabajó en un ambiente de resurgimiento de todas las formas de arte y de atención a la pintura abstracta entre sus notables colegas, lo que estimuló el proceso creativo y aportó nuevas ideas. En ese periodo predominan los títulos de los lienzos del pintor relacionados con el color o la forma y la ausencia de objetividad y semántica. Las imágenes implícitas recuerdan a una cifra, oculta en los conceptos geométricos.

Las dos configuraciones destacadas en el lienzo, el negro y el púrpura, son análogas a los veleros que navegan por el mar en calma a la derecha, en contraste con una nube oscura y aterradora a la izquierda, que representa el mundo menguante en el momento de un eclipse. Un tercer barco, con bandera de este país, ya ha alcanzado la inminente tormenta. En este sentido, el cuadro se ha interpretado como una ilustración de la salida de Kandinsky de Rusia.

Sin embargo, el cuadro tiene muchas interpretaciones. Esto coincide exactamente con la visión del artista, que creía que la comprensión y la apreciación del arte son individuales para cada espectador, que debe encontrar en él su propia esencia. La interpretación habitual del cuadro se basa en las descripciones de colores y formas que el artista dejó en sus obras teóricas. En los dos centros de color se denotan centros semánticos: el negro y el púrpura están atravesados por suaves líneas de contraste, que representan el dramatismo e incluso el protagonismo. Esto es comparable a la noción filosófica de la lucha de los opuestos, el choque de la luz y la oscuridad, la oposición de la vida y la muerte.

Otra interpretación digna de mención está relacionada con las enseñanzas del creador de la interpretación del sonido a través de imágenes gráficas. Guiados por su comprensión del sonido, los especialistas interpretan el cuadro como una orquesta que afina sus instrumentos. El sonido se transforma en colores y formas, dominando, superponiéndose y contrastando entre sí. Esta eufonía y cacofonía debe ser aprehendida por el espectador y juzgar su coherencia e incoherencia. Cualquiera puede fantasear con un cuadro, pero hay que recordar que en el arte abstracto se han eliminado todos los significados, dejando sólo la forma pura: el color, las líneas.