Jean Honore Fragonard – The See-Saw
Ubicación: Thyssen-Bornemisza Museum (El Museo de arte Thyssen-Bornemisza), Madrid.
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En esta composición, el autor presenta una escena bucólica ambientada en un bosque frondoso y luminoso. El foco principal reside en dos figuras humanas: una mujer joven, vestida con ropas vaporosas de tonos pastel – predominando el amarillo y el rojo– que se encuentra suspendida en el aire sobre una estructura similar a un balancín rústico; y un hombre más joven, ataviado con indumentaria campestre, esforzándose por mantenerla en movimiento.
La mujer adopta una pose dinámica, extendiendo su brazo hacia arriba como si intentara alcanzar algo fuera del cuadro o simplemente disfrutando de la sensación de elevación. Su mirada se dirige hacia el cielo, sugiriendo un estado de despreocupación y alegría. El hombre, por otro lado, exhibe un esfuerzo físico evidente, con los músculos tensos y una expresión concentrada.
En la base de la escena, pequeños querubines interactúan con objetos como cestas llenas de flores y frutas, añadiendo un elemento lúdico y mitológico a la representación. El paisaje circundante, rico en vegetación y con árboles imponentes, crea una atmósfera idílica y naturalista.
Subtextos potenciales: La dinámica entre las dos figuras principales puede interpretarse como una alegoría de la relación entre el deseo y el esfuerzo, o incluso como una metáfora del poder y la sumisión. El hombre parece ser el soporte físico que permite a la mujer disfrutar de un estado de libertad y placer. La presencia de los querubines refuerza esta idea de un mundo idealizado, donde las preocupaciones mundanas son inexistentes. La estructura del balancín, aunque simple, sugiere una fragilidad inherente; la elevación de la mujer depende directamente del esfuerzo continuo del hombre, lo que introduce una tensión sutil en la escena. El conjunto evoca una reflexión sobre los roles sociales y las expectativas asociadas al género, así como sobre la naturaleza efímera de la felicidad y el placer. La arquitectura distante sugiere un mundo civilizado, contrastando con la libertad natural del bosque.