Autumn. The road to the village. 1877 Isaac Ilyich Levitan (1860-1900)

Descripción del cuadro "Otoño" de Isaac Levitan. Carretera en el campo.

Hoy en día, Isaak Levitan es llamado, con razón, no sólo un pintor, sino un maestro de los paisajes rusos. Consiguió enamorarse de ella en todo tipo de variantes (tanto florecientes como mendaces). Por eso, en el lienzo "El camino en el campo" se representa un paisaje tan miserable, poco impresionante y triste. El autor pintó el paisaje otoñal en un momento sombrío y triste. En ese momento todo se ve oscuro, con predominio de los colores grises y oscuros. El maestro ha logrado transmitir este estado de ánimo con tanta precisión, utilizando sólo tonos tenues y totalmente antiestéticos. Se les podría llamar simplemente gris oscuro.

El otoño tardío, el tiempo nublado está frente a nosotros. Todas las hojas han caído hace tiempo. El camino de tierra de la aldea está completamente arrasado por las lluvias. Uno siente tristeza y lástima por el alma, al mirarlo e imaginar lo difícil que es mover incluso un caballo, y mucho menos un humano, en semejante barro. La carretera en el lienzo comienza en el centro, justo en el primer plano, y serpentea hacia algún lugar lejano.

Hay arbustos de hierba seca en el borde de la carretera. Y se ve lo suficientemente brillante contra el fondo de gris otoñal apagado.

Una franja negra de carretera divide la parte inferior del carril casi por la mitad. A la derecha de su borde hay un gran charco de agua increíblemente clara. El pintor subrayó su efecto espejo (una técnica clásica de muchos artistas). No muy lejos hay dos grandes árboles sin hojas, por lo que parecen indefensos. Pero con estos troncos verticales Levitan marcó la perspectiva vertical del cuadro.

A ambos lados de la carretera se alinean las cabañas de los aldeanos y, al igual que la naturaleza, tienen un aspecto miserable, poco atractivo y lamentable. Sólo un cuervo del lienzo está vivo, posado en una fina rama.

El cielo otoñal ocupa la mayor parte del lienzo, apagado, sombrío y gris. Es sólo una fina franja de azul en el horizonte. Pronto caerá la nieve, cubriendo la cansada tierra: todo alrededor brillará como un cuento de hadas. La nostalgia y la tristeza, junto con un amor abrumador por los lugares ocultos, son inherentes a cada trazo de este cuadro.