Winter landscape with mill. 1884 Isaac Ilyich Levitan (1860-1900)

Descripción del cuadro de Isaac Levitan "Paisaje invernal con molino".

Isaac Ilyich Levitan nació en el seno de una familia judía en la ciudad lituana de Kibarty, en la frontera con Polonia. Desde sus primeros años hasta su muerte, sus orígenes fueron motivo de constante humillación del artista y de falta de respeto a su talento. Ya durante sus estudios en la Escuela de Arte de Moscú, el joven Isaac comenzó a crear talentosas obras de paisaje. Sin embargo, la mayoría de los profesores consideraron que el entusiasmo del chico por el paisaje ruso era poco sincero y exagerado.

Al graduarse, Levitan recibió un diploma de profesor de caligrafía, no de artista, aunque siendo aún estudiante una de sus obras fue comprada por mucho dinero por Tretiakov para su galería. La humillación continuó más tarde: el artista fue deportado dos veces de Moscú "por sus orígenes". Sólo a los treinta y ocho años, dos antes de su muerte, recibió finalmente el título de Académico de la Pintura. Todas estas peripecias tuvieron un impacto negativo en su salud: sufrió un aneurisma cardíaco y murió en la flor de la vida, dejando un gran número de magníficos paisajes. A pesar de sus orígenes, Levitan está considerado hoy en día como el pintor de paisajes "más ruso". En sus cuadros supo captar la esencia del alma de la naturaleza rusa, mostrar la variabilidad de sus estados de ánimo, los sutiles cambios del tiempo y las estaciones.

El cuadro "Paisaje invernal con un molino" es una de las obras "invernales" más poéticas de Levitan. A pesar de la tacañería de los colores y de la coloración casi totalmente en blanco y negro, el cuadro transmite la alegría del invierno ruso. El deshielo retratado por el artista permitió que un pequeño río se deshiciera de los grilletes del hielo. El agua azul oscuro refleja el cielo invernal, las ramas desnudas de los árboles y los arbustos. Las orillas del río están ocultas por ventisqueros ligeramente descongelados y empapados de humedad. En el centro de la imagen hay un pequeño y viejo molino construido con troncos negros cubiertos de musgo.

El techo de paja está cubierto casi por completo por la nieve, pero en algunos lugares la manta blanca se ha desmoronado, dejando al descubierto jirones de paja podrida. Un poco más lejos, unos endebles puentes sobre el río desaparecen entre los arbustos de la ribera. El deshielo oscuro y acuoso junto a la casa del molino está erizado de hierba marrón perezosa, y la tierra negra resbaladiza debajo de ella.

Al fondo se ve una oscura cresta de bosque, ligeramente empolvada por la nieve. El cielo bajo, brillante y monocromo, ocupa más de un tercio del espacio del cuadro. Levitan creía que el verdadero artista debe pintar "elementos no individuales, y tratar de captar lo general, el efecto de la vida". En el cuadro "Paisaje invernal con un molino", pudo triunfar plenamente, pues los rítmicos colores claros y oscuros, las sutilezas de los detalles en blanco y negro evolucionan hacia un cuadro coherente.

Mirando el lienzo puedes sentir literalmente la nieve húmeda derretida bajo tus pies mientras cruje y se asienta, y el agua helada derretida gorjea felizmente, abriéndose paso hacia la luz. Mirando los arbustos bajos cubiertos de polvo blanco junto al edificio del molino, uno puede imaginar cómo crujen las ramas negras y secas en las manos, desprendiendo su ropa de nieve en el suelo. El cuadro transmite una sensación premonitoria de primavera, un rápido deshielo. La naturaleza, representada por la talentosa mano del artista, está preparada para sacudirse y revivir, pero sigue latente bajo el frío cielo del norte.