Madonna with the Child and Young St. John Raffaello Sanzio da Urbino) Raphael (Raffaello Santi (1483-1520)

Descripción del cuadro de Rafael Santi Virgen en un sillón

Uno de los artistas legendarios de Europa es considerado, con razón, Rafael Santi. Su trabajo comenzó cuando aún era muy joven. Ya entonces todo el mundo admiraba su obra, por lo que no es de extrañar que el joven maestro fuera invitado a trabajar en Roma.

Se considera que una de sus grandes obras es "Madonna en un sillón", que hasta hoy se encuentra en la Galería Palatina. A diferencia de la forma estándar, el cuadro tiene una forma ovalada, en la que se sitúa la Virgen. Su sonrisa llama inmediatamente la atención cuando la miras.

La imagen de la mujer difiere significativamente de las obras anteriores del artista, en las que la retrató. Esto da una originalidad especial al lienzo. Sobre su cabeza hay una capa de rayas claras, que añade aún más maternidad. En ella, Madonna aparece como una especie de ama, que abandona su trabajo en cuanto oye el llanto de un niño.

Sin embargo, su ropa lo desmintió inmediatamente. Los vibrantes colores de las prendas de Madonna le dan un aspecto sofisticado, lo que la convierte en una mujer extremadamente atractiva. Un jersey escarlata sobre el que se echa un chal verde con varios dibujos.

Para el cuadro, Franorina, su esposa, posó para el artista. También posó para la Virgen Sixtina y otras cosas. Rafael utilizó el aspecto de su esposa para retratar a casi todas las mujeres de sus cuadros. Excepto que en algunos tenía a personas de fuera posando para él. En una de sus obras, Rafael invitó a una campesina. Encarnaba la belleza femenina, la maternidad, la espiritualidad y todas las buenas cualidades que sólo puede tener una mujer.

Y dio sus frutos. Rafael fue apodado el maestro de las Madonnas, y así también fue elogiado por Franorina. Todas las Madonnas de Rafael realizadas antes de que se trasladara a Roma son mujeres tiernas, cariñosas y encantadoras. Cuando el artista comenzó a trabajar en las imágenes de las mujeres durante su estancia en Roma, éstas ya tenían majestuosidad y poder.