Capilla Sixtina en 3D Traductor traducir
El Vaticano no deja de sorprendernos con sus decisiones. Primero, se permitió alquilar la Capilla Sixtina para eventos corporativos de grandes empresas, y ahora quieren cerrarla para visitantes comunes, reemplazando las obras maestras de Miguel Ángel con su proyección en 3D. Por supuesto, a todos les encantan las actuaciones hermosas y espectaculares, pero ¿pueden reemplazar las obras de arte originales?
Por supuesto, la Capilla Sixtina no está completamente cerrada para los turistas. Hasta ahora, solo se trata del hecho de que las instalaciones de la legendaria capilla estarán abiertas para todos, pero por un tiempo muy limitado. Se ofrecerá un estudio detallado de los frescos con la ayuda de gafas 3D e inmersión en realidad virtual. Aparentemente, los jefes de los museos del Vaticano creen que esto es suficiente para un simple laico.
Esta medida se justifica por el hecho de que ahora la Capilla Sixtina no puede acomodar a todos los turistas que desean visitarla, cuyo número aumenta cada mes. Por lo tanto, para todos los visitantes, en lugar de un recorrido real, ofrecerán alquilar "anteojos inteligentes", similares a Google Glass, con los que puede explorar lentamente la "Capilla Sixtina", o mejor dicho, su copia virtual. Mientras tanto, si este reemplazo se considera equivalente, entonces no es necesario ir a Roma en absoluto; pronto la película "Museos Vaticanos en 3D" se estrenará en muchos cines en el Reino Unido y luego en todo el mundo.
Esta noticia generó una ola de indignación entre todos los relacionados con el arte. ¿Cómo considerar tal sustitución? ¿Qué es un viaje a Roma si no una peregrinación a grandes obras de arte? Pero, ¿qué sentido tiene esta peregrinación si se nos ofrece una grabación en 3D en lugar de las creaciones originales de los grandes maestros?
El famoso periodista británico especializado en el tema del arte, Jonathan Jones, escribió en su dios que el Vaticano no respeta ni a sus visitantes ni a las obras maestras del gran Miguel Ángel. Jones se indignó porque, por un lado, la Iglesia Católica autorizó la filmación de una película sobre la Capilla Sixtina, publicitando así esta obra maestra del Renacimiento, y por otro lado, quiere cerrarla a los turistas. A Jones no le gustó la instalación en la capilla de la iluminación artificial, destruyendo por completo la idea de Miguel Ángel, quien planeó su pintura para que cobrara vida con los rayos de luz natural y la luz de cientos de velas encendidas. Solo podemos ver lo que, al final, la nueva política del Vaticano conducirá con respecto a las grandes obras de arte que pertenecen a la Iglesia Católica.
Anna Sidorova © Gallerix.ru