"La mística femenina" de Betty Friedan Traductor traducir

La mística de la feminidad de Betty Friedan, de 1963, se considera un texto clásico de la no ficción feminista. Tuvo una enorme influencia en el impulso de la segunda ola de feminismo, un movimiento que comenzó en la década de 1960 abogando por mayores derechos y nuevos roles sociales para las mujeres. Al expresar la desesperación que sentían muchas mujeres, «The Feminine Mystique» impulsó a los lectores de los EE. UU. a unirse al movimiento feminista e incitó a otros a al menos tomar más en serio sus críticas a la sociedad estadounidense de mediados de siglo.

Si bien el impacto y la importancia histórica del libro son innegables, los comentaristas contemporáneos han criticado algunos elementos de su contenido. Friedan se concentra en la difícil situación de las amas de casa blancas de clase media y alta, ignorando casi por completo a las mujeres de clase baja y de color. Bell hooks, feminista y activista social, criticó este enfoque limitado en la introducción de su libro de 1984 «From Margin to Center», y señaló que Friedan escribió como si estuviera hablando de una experiencia femenina universal cuando en realidad solo estaba hablando de un tipo específico. de mujer «The Feminine Mystique» también ha suscitado críticas por su tono negativo hacia los hombres y mujeres homosexuales. Formalmente, la confianza del libro en pensadores como Freud, Margaret Mead y Alfred Kinsey ha erosionado parte de su atemporalidad. ya que estos mismos teóricos han sido criticados por una metodología de investigación defectuosa en las décadas transcurridas desde que Friedan escribió su libro. Debido a estas críticas, las discusiones sobre «La mística femenina» a menudo implican advertencias sobre sus relaciones cambiantes con las normas contemporáneas. A lo largo del libro, Friedan escribe en primera persona, explicando su propia comprensión de los conceptos expuestos en cada capítulo. Incorpora un gran volumen de investigación, pero intercala sus citas formales con anécdotas más informales, como entrevistas que realizó con amigos, vecinos y extraños. Al comparar la difícil situación de las mujeres en su época con épocas anteriores, Friedan ilumina la experiencia única de sexismo de su generación, contrarrestando la noción popular de que el sexismo terminó esencialmente con la aprobación de la Enmienda 19 (que otorgó a las mujeres el derecho al voto). Cada capítulo explora una faceta diferente de lo que Friedan llama la «mística femenina», desde las personas e instituciones responsables de hacerla cumplir, hasta sus muchos efectos problemáticos, hasta las sugerencias de Friedan para combatirla. El primer capítulo de «The Feminine Mystique» explica que, si bien muchas mujeres pueden pensar que están solas al experimentar sentimientos de vacío, aburrimiento e incompletitud, están equivocadas. El problema, dice Friedan, es «la mística femenina»: una ideología en Estados Unidos de mediados de siglo que sostiene que el principal valor y responsabilidad de las mujeres radica en su feminidad. Por «feminidad», los promotores de la mística suelen referirse a la capacidad de las mujeres para tener hijos. Por lo tanto, las mujeres aprenden a pensar en sí mismas en relación con sus familias en lugar de pensar en sí mismas como personas completas que necesitan crecer y desarrollarse a lo largo de la vida. El segundo capítulo explica el papel que juega la industria de las revistas femeninas en la promoción de la mística femenina. Debido a que Friedan trabajó como escritora independiente en esta industria, ofrece una perspectiva interna y revela que los editores, en su mayoría hombres, generalmente excluyen cualquier idea de contenido que se encuentre fuera del hogar. El capítulo 3 deja en claro que la mística femenina afecta la vida de las mujeres en el nivel más profundo y personal posible: crea la sensación de que ni siquiera se conocen a sí mismas porque no se les enseña a perseguir sus propios intereses. Luego, el Capítulo 4 intenta reposicionar a las feministas del siglo XIX y principios del XX como héroes que lucharon por los derechos humanos no solo de las mujeres sino de muchos grupos oprimidos. Los capítulos 5-7 giran en torno a las formas en que las instituciones académicas refuerzan la ideología de la mística. el capítulo 5 se centra en Freud; Friedan argumenta que sus opiniones extremadamente pobres sobre las mujeres hacen que sus teorías sobre ellas no sean confiables. El capítulo 6 trata sobre Margaret Mead y el funcionalismo, una rama de la sociología y la antropología culturales. Friedan afirma que el funcionalismo alienta a las mujeres a apegarse a la esfera doméstica para que la sociedad funcione sin problemas, mientras que Margaret Mead, a menudo considerada una antropóloga feminista, en realidad perjudicó al movimiento feminista al enfatizar los roles sexuales de las mujeres por encima de sus otras capacidades. El Capítulo 7 analiza los colegios y universidades de manera más amplia, acusándolos de disuadir a las mujeres de tomar sus estudios en serio a través de políticas como ofrecer cursos de economía doméstica solo para mujeres. En el Capítulo 8, Friedan explica que el giro brusco de las mujeres hacia la esfera doméstica después de la Segunda Guerra Mundial reflejó el giro más amplio del país hacia lo personal, preocupaciones privadas. Cansados ​​de la Depresión, la guerra y el horror de las armas atómicas, muchos estadounidenses querían alejarse de los traumáticos acontecimientos mundiales de las últimas décadas. El Capítulo 9 critica a la industria de la publicidad por su papel en la perpetuación de la mística al persuadir a las mujeres de que pueden llenar su vacío con infinitas posesiones materiales, especialmente aquellas que las convertirían en amas de casa más eficientes. El Capítulo 10 establece que, si bien algunas amas de casa pueden temer que sus hogares se conviertan en inmundicia si se alejan de las labores domésticas a tiempo completo, las tareas domésticas en realidad no exigen tanta atención. En el Capítulo 11, Friedan explica que muchas amas de casa, desesperadas por algún sentido de identidad, tratan de encontrarlo en el sexo, lo que conduce a impulsos sexuales disparejos y tensión en sus matrimonios. El capítulo 12 lleva la idea de los efectos negativos de la mística aún más lejos, afirmando que las mujeres que sufren bajo ella se deshumanizan: evidencian apatía y pasividad en lugar de un verdadero entusiasmo por la vida. El capítulo 13 se basa en la teoría del desarrollo humano de Abraham Maslow para reforzar esta idea, argumentando que la sociedad desalienta a las mujeres a realizar actividades que satisfagan sus necesidades de autoestima y autorrealización. Para concluir, Friedan ofrece algunos pasos concretos para superar la mística femenina. Algunas de estas sugerencias son ajustes psicológicos que deben hacer las mujeres individualmente, mientras que otras son cambios sociales radicales. Ella argumenta que dejar que las mujeres se conviertan en personas completas que participen en todas las facetas de la sociedad mejorará en última instancia la calidad de vida de todos, no solo de las mujeres. afirmando que las mujeres que sufren bajo él se deshumanizan: evidencian apatía y pasividad en lugar de un verdadero entusiasmo por la vida. El capítulo 13 se basa en la teoría del desarrollo humano de Abraham Maslow para reforzar esta idea, argumentando que la sociedad desalienta a las mujeres a realizar actividades que satisfagan sus necesidades de autoestima y autorrealización. Para concluir, Friedan ofrece algunos pasos concretos para superar la mística femenina. 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