Olympia (1863), Edouard Manet:
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Descripción

Nombre: Olympia (1863)
Artista: Edouard Manet (1832-83)
Medio: Pintura al óleo sobre lienzo
Tipo: Pintura de género
Movimiento: Pintura realista
Ubicación: Museo de Orsay

Para una interpretación de otras imágenes de los siglos XIX y XX, ver: Análisis de pinturas modernas (1800-2000).

APRECIACIÓN ARTÍSTICA
Para el análisis de pinturas.
por Artistas realistas
como Manet, mira:
Cómo apreciar las pinturas.

Fondo

Edouard Manet ha sido visto por mucho tiempo como un pionero de arte Moderno y un importante contribuyente a la modernización de Pintura francesa durante el período 1863-83. Su arte de vanguardia fue una fuente de inspiración para Pintores impresionistas quien a su vez influyó en su propia pincelada y paleta de colores. Sin embargo, evitó aparecer en cualquiera de los Exposiciones impresionistas en París, y se mantuvo conservador de corazón, prefiriendo hacer su impacto radical dentro del establecimiento de las artes y buscar el reconocimiento dentro del contexto de la Academia francesa y su oficial Salón. Era un gran admirador de Pintura veneciana, particularmente el trabajo de Giorgione y Tiziano, así como artistas de la escuela de Pintura española, notablemente Velázquez y Goya Antes de su asociación con Impresionismo, Manet adoptó un estilo realista que utilizó en sus dos primeras obras maestras: Le Dejeuner sur L’Herbe (1863) y Olympia (1863). En 1863, el jurado del Salón rechazó Le Dejeuner sur L’Herbe junto con otras 2800 presentaciones, causando tal alboroto que el emperador Napoleón III organizó una nueva exposición, llamada Salon des Refuses (Exposición de arte rechazado) – para permitir al público juzgarlos por sí mismos. Para más antecedentes históricos, ver: Realismo al Impresionismo (c. 1830-1900).

La pintura de Manet muestra a una mujer desnuda ("Olympia") recostada con confianza en una cama, que lleva nada más que una cinta negra alrededor del cuello, un brazalete dorado en la muñeca, zapatillas Louis XV en los pies y una flor de seda en el pelo, todos símbolos de riqueza y sensualidad. A los pies de la cama hay un gato negro, mientras se muestra a un criado negro que le trae un ramo de flores. Olympia se inspiró en Victorine Meurent, una de las modelos favoritas de Manet, que también aparece como la mujer desnuda en Le Dejeuner sur L’Herbe, mientras que la negra se inspiró en una chica llamada Laure. Pero la característica más llamativa de la pintura, lo que la define como una obra de arte revolucionaria, es el contexto totalmente moderno. Como Olympia no es una diosa clásica o una ninfa mitológica de las páginas de Ovidio, Olympia es una prostituta parisina del siglo XIX. Aún más impactante es la expresión de su rostro. Ella mira al espectador con una mirada directa, casi de confrontación, como si colocara al espectador en el papel de su cliente. Cierto, desnudos femeninos han sido creados por artistas durante siglos: la escultura griega no consistía en casi nada más, y el Renacimiento italiano consideraba el cuerpo humano como el tema principal. Pero la desnudez solo era aceptable siempre que el contexto fuera lo suficientemente elevado. Y una cortesana que yacía desnuda en una cama tenía la fría y prosaica realidad de un sujeto verdaderamente mezquino.

El trabajo fue presentado al Salón de 1865 y, sorprendentemente, a pesar de su contenido impactante, fue aceptado para su inclusión en el programa. Quizás el jurado de la Academia temía otro Salon des Refuses si fuera rechazado. En cualquier caso, la pintura se exhibió públicamente y, como era de esperar, provocó un alboroto, siendo rápidamente apodada "Venus con un gato", "Odalisca con un estómago amarillo", "Gorila hembra" y mucho peor. Los jueces desconcertados tenían la imagen ’celestial’ (colocada en la línea superior de pinturas), por lo que no se podía ver con mucha facilidad.

Curiosamente, Manet mantuvo este lienzo hasta su muerte, y lo consideró su obra maestra. En 1889, unos seis años después de su muerte, se le ofreció a la nación francesa por suscripción pública organizada por iniciativa de Claude Monet, precio 19.415 francos. Se convirtió en parte de la colección de Luxemburgo en 1890, antes de ser transferido en 1907 al Louvre, donde se colgó enfrente La Grande Odalisca (1814) por JADIngres, en la Salle des Etats. Ahora está en exhibición en el Museo de Orsay.

Para otras pinturas de figuras de Manet, ver: Retrato de Emile Zola (1868); El balcon (1868) y Retrato de Berthe Morisot (1872).

Composición

Es bien sabido que Manet basó la composición en la obra de Tiziano Venus de Urbino (1538), basado en el de Giorgione Venus durmiente (1510). Está casi todo allí: la posición general de la joven, la almohada que la sostiene, las cortinas que se arrastran bajo su mano derecha, su mano izquierda cubriendo y al mismo tiempo señalando la pudenda. Pero, si ambos desnudos miran al espectador, entonces lo hacen de maneras completamente diferentes. La diosa de Tiziano es seductora y atrae a uno al mundo de la imagen. Por el contrario, la Olimpia de Manet, cuya cabeza se eleva en una actitud de desafío que raya en la provocación, rechaza a uno. Manet también ha reemplazado al perro (símbolo de fidelidad) con un gato (símbolo de promiscuidad), mientras que las dos criadas en el fondo se reducen a una sola, que es negra, e infinitamente más presente y conspicua en su vistoso atuendo, abrumado por un ramo que compite por la atención con la exhibición desnuda de Olympia. Manet dice que las flores y el gato son tan interesantes como el desnudo. En cuanto a la vertiginosa vertical que en la versión de Tiziano divide el fondo de la imagen y forma una línea que cae sobre el sexo de la modelo, Manet la ha desplazado lo suficiente a la derecha en Olympia para garantizar una desconexión

En efecto, al negarse a idealizarla, de hecho, al hacerla lo más indeseable posible (la dura iluminación y la piel blanquecina disminuyen aún más su conveniencia), Manet está socavando deliberadamente la tradición de arte académico y sus principios anticuados, que él creía que no tenían parte en un régimen de artes progresistas, en una Francia moderna.

NOTA: en 1800, el pintor español Francisco Goya pintó un desnudo muy similar titulado Maja Desnuda (Maja desnuda), para el primer ministro español Manuel Godoy. Dado su interés en la escuela de español, es casi seguro que Manet tomó prestado de este trabajo.