Players Pavel Fedotov (1815-1852)

Descripción del cuadro Los jugadores de Pavel Fedotov

La pintura de Pavel Fedotov es muy peculiar. En Los jugadores, por ejemplo, el autor trata de retratar lo que sucede a través de los ojos de un héroe que ha perdido y para él sus compañeros se han convertido en horribles fantasmas.

Los jugadores pasaron toda una tarde en un engaño mutuo, compitiendo, ganando y perdiendo. Todos se comportaban de forma apasionada y calculadora, pero estaban juntos. Estaban unidos por una mesa de tela verde y la luz de una vela encendida. Y mientras tanto, la esperanza de un cambio a mejor se mantiene viva. La noche pasó y los que ganaron se encontraron a un lado del Rubicón de la luz y los que perdieron se encontraron al otro. En el cuadro, no es sólo la luz lo que les separa, sino también el espacio de la habitación y los movimientos.

El perdedor está iluminado por dos velas que se encuentran sobre una mesa, por lo que la figura aparece como una especie de doble halo de color oscuro. La figura ganadora es representada por el artista con sombras no iluminadas.

No se mueve y de alguna manera se retuercen. Ha perdido, pero no entra en pánico ni llora, sino que agarra un vaso de vino con una mano y gira impotente la otra palma hacia arriba. A pesar de la pérdida, parece ridículo: un cigarro inacabado entre los dientes y una mueca caricaturesca en la cara, que parece una sonrisa. El perdedor parece un loco, está en trance, actúa distante y silencioso, como un espectador solitario que observa a los actores desde el patio de butacas, un jugador que mira a sus compañeros, pero no los ve.

Los ganadores esquivan las luces brillantes. Se dispersan en todas las direcciones. Son simplemente fantasmas sin rostro, monstruosos, castigados por ganar en una agonía incomprensible. Los tres parecen haber sido retratados de forma diferente por el artista, pero todos son aterradores, sin vida, antinaturales.

Y estas tres almas vacías se retuercen contra la pared desnuda de la que cuelgan tres marcos vacíos y tres reflectores de la maldad, los espejos.

Así de magistralmente Fedotov en The Players mostraba cómo las personas que pasaban su tiempo en la mesa de juego se convertían en cáscaras vacías.