Bacchus Peter Paul Rubens (1577-1640)

Descripción del cuadro Baco de Peter Rubens

Rubens es un pintor flamenco y maestro del Barroco; sus cuadros representan casi la esencia de este estilo. Es alegre, vívido, con muchos detalles, celebran la vida y la glorifican, representando casi una bofetada a la muerte. Prefería los temas religiosos y mitológicos, especialmente revelando los mitos de la antigua Grecia.

Baco -también conocido como Dionisio- es el dios de la viticultura, la inspiración, la vegetación y la fuerza vital que lo alimenta todo. Por donde pasa, le acompañan las chicas guapas desenfrenadas, el vino se derrama, reina la fiesta y el jolgorio en general, donde hay sitio para todos los que quieran divertirse.

Rubens lo representa como un hombre gordo sentado sobre un barril de vino y levantando un cuenco en el que se vierte el mismo vino. Su Baco es corpulento y, a juzgar por su rostro -flacido, casi melancólico-, está a punto de cansarse de la agitación siempre presente a su alrededor. Lleva una corona de racimos de uvas en la cabeza.

La gente que le rodea está bebiendo: un hombre, también desnudo, se echa vino directamente de una jarra a la boca, una mujer se ha desnudado un pecho y está sirviendo a su amo, los niños que le rodean: uno bebe vino vertiendo de la copa de Baco, otro está orinando, evidentemente deshaciéndose del vino borracho. El gran gato bajo el pie del dios se tumba de lado, con cara de satisfacción y dejándose rodar obedientemente.

Toda la composición tira hacia Baco como centro. Él, que te permite deshacerte de todas las inhibiciones morales y de otro tipo, abrirte al mundo y volverte por un tiempo borracho, loco y feliz, da sentido a tu propia bacanal. Sin ella, sería un feo jolgorio de locos. Con él, hay una especie de sentido superior, una liberación y una alegría sin límites de lo salvaje.

A algunos les dará asco el cuadro, otros se sentirán tentados de unirse al séquito de Baco, donde uno puede parecer cualquier cosa: gordo, borracho. Una locura.