"Problemas de género: feminismo y subversión de la identidad" por Judith Butler Traductor traducir

Publicado en 1990, «Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity» de Judith Butler es una obra fundamental en el feminismo y una obra fundamental en la teoría queer. Esta guía de estudio se basa en la edición de Routledge de 2006 del texto de Butler. Los principales objetivos de Butler en su obra son defender el rechazo de una identidad femenina esencial como base de la práctica feminista y presentar una explicación de la formación de género sin recurrir al cuerpo femenino como fenómeno natural. El enfoque teórico de Butler en este proyecto es ecléctico y se basa en el postestructuralismo, el psicoanálisis, el feminismo francés y estadounidense, la lingüística y la historia de las ideas.

En el primer capítulo, "Sujetos de sexo/género/deseo", Butler cuestiona términos y conceptos que generalmente se dan por sentados, incluida la supuesta división entre sexo y género, la existencia de un electorado feminista establecido llamado «mujeres», y la idea de que un programa político feminista viable requiere tal identidad. En primer lugar, Butler argumenta en contra de los binarios construidos culturalmente que ella percibe como un vestigio de la forma de pensar de una sociedad masculinista sobre la mente y el cuerpo. Cualquier insistencia en utilizar el cuerpo como base para una política feminista emancipadora ya está condenada a restablecer la opresión. El concepto de «mujer» está igualmente contaminado porque definirlo da lugar a las mismas prácticas excluyentes que el feminismo dice rechazar. La tarea del feminismo, por tanto, es teorizar el género y la política feminista sin referencia a las mujeres o al cuerpo femenino "natural". En el segundo capítulo, «Prohibición, psicoanálisis y producción de la matriz heterosexual», Butler aborda explicaciones psicoanalíticas, estructuralistas y postestructuralistas sobre la formación de género e identidad. Rechaza la idea de que retroceder a una época anterior al repudio de la madre (el movimiento fundador de la formación de género e identidad en muchos relatos psicoanalíticos) sea un medio viable para escapar de la represión. Al examinar las explicaciones estructuralistas del género y, más especialmente, de las lesbianas y los gays, Butler descubre que estas explicaciones también deberían excluirse como fundamento para la emancipación de la represión porque tienen algunos sesgos inherentes que son resultado del heterosexismo. Al examinar las prohibiciones que se dice instituyen la formación de la identidad del niño (generalmente una que resulta en una realidad de género heterosexual), Butler concluye que la prohibición contra la homosexualidad y la represión resultante ejercen tanta fuerza como la prohibición contra el incesto. En el tercer capítulo, "Actos corporales subversivos", Butler examina los intentos de otros teóricos de articular una explicación del género que pueda subvertir la actual realidad represiva de género. Butler rechaza la teoría de la semiótica de Julia Kristeva debido a su heterosexismo y la subordinación de la semiótica al orden de género predominante. Butler vuelve luego a la crítica de Michel Foucault a la hipótesis represiva, que sostiene que la represión siempre crea la posibilidad de aquello que busca reprimir. Butler luego examina la idea de Monique Wittig del contrato heterosexual y su argumento de que uno debe usar el lenguaje para liberarse de la represión de la realidad del género heterosexual; El examen que hace Butler de la ficción de Wittig se centra en la destrucción del cuerpo por parte de Wittig, un análisis temático que respalda el argumento de Butler de que el cuerpo femenino esencial es un problema, no una solución, cuando se trata de escapar de la opresión de género. Butler cierra este capítulo leyendo el drag como una performance que da una idea de cómo se puede articular mejor el género: El género es performativo, incluso para los heterosexuales, y lo que reconocemos como "naturalmente" masculino o femenino es en realidad sólo la congelación de un repertorio de acciones, gestos y autoestilizaciones que tienen una historia. En la conclusión, "De la parodia a la política", Butler sostiene que su deconstrucción de una identidad de género esencial de ninguna manera excluye la posibilidad de una organización política efectiva. En cambio, el género como identidad performativa abre nuevas posibilidades de organización.