Un bar en el Folies Bergere, Edouard Manet:
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Un bar en el Folies Bergere (1881-2) Por Edouard Manet.
Uno de los mejores pinturas modernas del siglo XIX

Descripción

Nombre: Un bar en el Folies-Bergere (1881-2)
Artista: Edouard Manet (1832-83)
Medio: Pintura al óleo sobre lienzo
Tipo: Pintura de género
Movimiento: Impresionismo
Ubicación: Galería Courtauld, Londres

Para una interpretación de otras imágenes de los siglos XIX y XX, ver: Análisis de pinturas modernas (1800-2000).

Fondo

Edouard Manet era una figura muy contradictoria. Por un lado, fue un pintor muy innovador, cuyos trabajos innovadores: Dejeuner sur L’Herbe (1863) y Olympia (1863) – anunció la llegada de arte Moderno mientras escandaliza a críticos y público por igual. Además, se asoció con el arte vanguardista de la Pintores impresionistas, convirtiéndose en una figura de admiración para pintores más jóvenes como Monet (1840-1926) y Renoir (1841-1919). Por otro lado, sin embargo, siguió siendo un artista e individuo fundamentalmente conservador. Hijo de un alto funcionario del Ministerio de Justicia francés, era un gran admirador de la Viejos maestros – en particular las escuelas de Pintura española y Pintura veneciana – y respetó las tradiciones de arte académico defendido por el salón oficial. Incluso sus obras más notorias se inspiraron en las grandes obras maestras clásicas: Dejeuner sur L’Herbe se basó en Fete Champetre (1509) de Giorgione; Olympia en Tiziano Venus de Urbino (1538); Ejecución del emperador Maximiliano (1867) en Goya 3 de mayo de 1808 (1814). Y si bien es cierto decir que adoptó algunas de las pinturas características del impresionismo – vea, por ejemplo, su obra maestra aparentemente espontánea The Road-Menders, Rue de Berne (1878) – nunca expuso en ninguno de los Exposiciones impresionistas en París (1874-83). Su mayor ambición artística, tristemente no realizada a su muerte, fue ser elegido miembro de la Academia francesa.

NOTA: Para la historia detrás del "Impresionismo" y el grupo de pintores franceses detrás de él, vea nuestra serie de 10 partes, comenzando: Impresionismo: orígenes, influencias .

Esta imagen, pintada cuando Manet tenía una enfermedad terminal, mantiene la perspectiva contradictoria del artista. Por un lado, presenta un entorno moderno en The Folies-Bergere, la más famosa y moderna de las salas de conciertos de café de París, que se destacó, entre otras cosas, por sus nuevas luces eléctricas. Además, su pincelada es impresionista y su estructura ha sido influenciada por el nuevo arte de fotografía. Por otro lado, su significado es totalmente oscuro, incluso desconcertante, ya que trata con un problema que ocupó a Manet a lo largo de su vida laboral: la relación, en la pintura figurativa, entre la realidad y la ilusión. Probablemente modelado en Las meninas (1656), la enigmática obra maestra barroca de Velázquez, la imagen parece ser una imagen frontal directa de una camarera que sirve detrás de su mostrador de mármol, que nos mira, el espectador / cliente. Entonces notamos el enorme espejo detrás de ella y los reflejos confusos que contiene. El reflejo de la camarera se ha desviado a la derecha; mientras que en la esquina superior derecha vemos una imagen fantasmal de un hombre que parece estar directamente frente a ella, y a quien ella se inclina hacia adelante con entusiasmo para servir.

Una gran cantidad de análisis ha sido dedicado a este trabajo por críticos de arte e historiadores, en un intento de descifrar su significado, y conciliar la aparente dislocación entre la realidad real de la camarera y su mostrador, y los reflejos surrealistas en el espejo. Ha habido mucha discusión sobre el "espacio artificial", el "dominio espectral del espejo", las "discontinuidades entre los reinos real y reflexivo", y así sucesivamente. Afortunadamente, el Dr. Malcolm Park, un historiador del arte en Australia, parece haber descifrado al menos parte del misterio, en su disertación doctoral titulada, "Ambigüedad y el compromiso de la ilusión espacial dentro de la superficie de las pinturas de Manet" (Universidad de NSW, 2001). Utilizando una reconstrucción fotográfica, Park demuestra que la pintura se ajusta más sinceramente de lo que se pensaba anteriormente a una vista en perspectiva de un punto. Manet realmente construyó la escena no desde una posición frontal de frente, sino desde un punto de vista ligeramente a la derecha. Visto desde este ángulo, la supuesta "conversación" entre la camarera y el caballero con sombrero de copa es en realidad un truco óptico: el hombre, de hecho, está de pie afuera y a la izquierda del nuevo punto de vista, y está apartando la mirada de la camarera. no está parado directamente frente a ella, frente a ella. Del mismo modo, la frontalidad de la camarera también es ópticamente engañosa. En lugar de pararse paralela a la barra y mirar hacia adelante, está mirando ligeramente a la derecha de la imagen tal como la vemos, mirando hacia el nuevo punto de vista.

La investigación de Malcolm Park demuestra que Manet no estaba tratando de fabricar una ilusión en el espejo, sino simplemente retratar la realidad. La ilusión, por así decirlo, proviene de su pretensión de pintar a la camarera de frente, en lugar de desde un ángulo hacia la derecha.

Aunque más pequeño que el de Renoir Baila en el Moulin de la Galette (1876), su composición hierática y su única figura de tamaño natural le dan una monumentalidad que lo separa de la práctica impresionista conscientemente informal de Renoir. Aunque los reflejos de fondo de la cafetería-sala de conciertos fueron pintados de memoria, cada elemento en el altar de la barra de Manet se coloca deliberadamente, y la camarera, que mira a través de nosotros en el espacio reflejado en el espejo detrás de ella, tiene todo el estado de un sacerdotisa. Manet no estaba lo suficientemente bien como para pintar este trabajo en el Folies-Bergere. En cambio, lo pintó en su estudio donde tenía instalada una barra de bar falso.

Para otras obras figurativas de Manet, ver: Retrato de Emile Zola (1868); El balcon (1868) y Retrato de Berthe Morisot (1872).

Las botellas, la fruta y el jarrón de flores dispuestas en el mostrador se replican con toda la precisión de un pintura de bodegones, así como el simbolismo de un realista holandés pintura de vanitas, en el que la fugacidad de la vida es una característica importante. Las naranjas, por ejemplo, ¿son una ilusión de la inevitable decadencia y muerte de la vida humana (Manet se estaba muriendo, después de todo), o simbolizan la prostitución (como en otras obras del artista)? Las botellas de cerveza inglesa, Bass Pale Ale, pueden representar los placeres temporales de la carne, pero su presencia visible en el mostrador (en lugar de la cerveza alemana más habitual) también puede aludir a los sentimientos anti-alemanes de Manet a raíz del franquismo. -Guerra prusiana (1871).

Se cree que la mujer detrás del bar representa a una de las prostitutas, otro placer de la carne por el que era conocida la sala de conciertos de café, aunque en realidad es una persona real, conocida como Suzon, que trabajó en el concierto de café. Salón a principios de la década de 1880. Manet la pintó en su estudio. Mientras tanto, el modelo para el misterioso caballero, arriba a la derecha, era el vecino de Manet, el pintor militar Henry Dupray (1841-1909).

Otros toques notables incluyen: las piernas del trapecista que aparecen en la esquina superior izquierda de la imagen; La firma de Manet, que aparece en la botella de vino, abajo a la izquierda; y tres de los amigos de Manet, Gaston Latouche, Mery Laurent y Jeanne de Marsy, que son identificables entre las imágenes borrosas en el espejo.

Aunque gran parte del contenido de esta obra maestra parece estar resuelto, su significado final sigue siendo oscuro. ¿Fue esta imagen el último intento de Manet de producir lo último en modernidad? pintura de historia ’para asegurar su membresía en la Academia? ¿Manet pretendía que Folies-Bergere representara el Paraíso, o una guarida peligrosa de iniquidad, o simplemente un escenario popular? ¿Y a quién o qué representa la camarera? ¿Es una figura seductora como Venus o un individuo caído y una lección para todos nosotros? Por otra parte, Manet se estaba muriendo de sífilis, entonces, ¿era esta imagen un recordatorio final de los placeres que estaban a punto de quitarle la vida?

Un bar en el Folies Bergere se exhibió en el Salon de Paris en 1882, el año anterior a la muerte de Manet.