Christmas Eve Gustave Dore (1832-1883)

Análisis de la pintura
La obra presenta una escena nocturna dominada por un cielo estrellado y una ciudad extendida bajo un manto nevado. La paleta cromática es fría, con predominio de azules y grises que evocan el silencio y la quietud invernal.
En primer plano, sobre lo que parece ser un tejado o chimenea elevada, se sitúa una figura alada, presumiblemente angelical. Esta entidad sostiene en sus brazos a varios niños pequeños, envueltos en ropas coloridas que contrastan con el entorno monocromático. La disposición de los niños sugiere una protección o cuidado por parte del ángel. Se observa la presencia de objetos diminutos –posiblemente juguetes– alrededor de ellos, lo cual podría indicar un momento festivo o relacionado con la infancia.
La perspectiva vertical acentúa la altura y aislamiento de la escena principal sobre el paisaje urbano. La ciudad, representada de forma esquemática, sugiere una vasta extensión poblada, pero a la vez distante e impersonal. El contraste entre la calidez implícita en la figura angelical y los niños, y la frialdad del entorno circundante es notable.
Subtextos potenciales sugieren temas como la inocencia infantil, la protección divina o la esperanza en medio de la adversidad. La ubicación en un tejado podría simbolizar una posición elevada, tanto física como metafórica, desde donde se observa y vela por el mundo. La presencia de nieve puede interpretarse como un símbolo de pureza y renovación. La obra evoca una atmósfera melancólica pero reconfortante, posiblemente aludiendo a la vulnerabilidad de los niños y la necesidad de cuidado y amparo en un contexto urbano complejo.