Madonna and Child Bartolome Esteban Murillo (1618-1682)

Descripción del cuadro "Madonna" de Bartolomeo Murillo

Los cuadros de este artista fueron universalmente admirados y asombrados por sus contemporáneos, pues sus pinturas se distinguían no sólo por sus audaces imágenes, sino también por la belleza de las líneas y los temas elegidos. Tras haber estudiado en un periodo bastante corto, comenzó a pintar por encargo. Y al poco tiempo sus cuadros aparecieron en muchos hogares e iglesias. Murillo pintó a menudo a la Virgen, su rostro en muchos cuadros era similar a otros según los cánones. Pero los ojos en cada cuadro eran diferentes. Para los clientes de los cuadros no era importante, pero la fisonomía de cada Madonna pintada cambiaba bastante. Por ello, cada uno de sus cuadros era radicalmente diferente del resto, aunque respetando los cánones y la similitud general.

En este cuadro, la Virgen aparece sentada en un banco o en una elevación oscura similar. No se ve nada más detrás de los personajes centrales, todo está pintado en marrón oscuro. Un cálido resplandor es claramente visible alrededor de la cabeza del bebé y sus rostros y el de la Virgen son pacíficos, la mirada tranquila hacia adelante crea la ilusión de que están mirando directamente al espectador. Todo el cuadro está pintado con colores cálidos. El cabello oscuro de la heroína está recogido bajo un chal o un tocado similar.

Está vestida con el atuendo tradicional para esta imagen: un vestido rojo pálido, y un manto o tela escocesa azul con forro rojo brillante se echa sobre las piernas. El niño en brazos está desnudo, de pie en su regazo y apoyado en la Madre de Dios con su mano derecha. La mujer lo sostiene, la sábana blanca en la que acaba de envolver a su bebé corre libremente por su brazo.