A Pair of Shoes Vincent van Gogh (1853-1890)

Una descripción del cuadro Los zapatos de Vincent van Gogh

Van Gogh tardó varias semanas en encontrar los zapatos adecuados para su cuadro y, al volver del mercado, regresó a casa con ellos, abandonados pero todavía en buen estado, probablemente poseídos previamente por un obrero y reparados antes de ser vendidos.

Durante un tiempo se quedaron en un rincón del taller y parecían ocupar espacio. Pero entonces llovió, así que Van Gogh se los puso (aunque le quedaban grandes) y dio un largo paseo bajo la lluvia, desafiando el barro, vadeando los charcos y quizás incluso disfrutando del paseo. Al llegar a casa, puso los zuecos en el suelo y decidió que ya estaban listos para ser trasladados al lienzo.

"Los zuecos son una pintura muy húmeda que parece llover. Un pavimento mojado, una hoja seca enroscada, círculos apenas marcados esparcidos por los goteos, y en medio de un verdadero charco hay dos zuecos, de los que llevan los trabajadores. Obviamente, son viejos y sin forma, y pertenecen a un vertedero. A pesar de ello, conservan una especie de triste dignidad de la cosa: una cosa que ha servido bien, que ha cumplido su función y que, aunque desgastada, puede seguir sirviendo a una persona sin pretensiones.

Al ver "Zapatos", uno se siente perseguido por el destino de Van Gogh, un vagabundo sin rumbo que no encontró descanso en su vida. Su ciudad natal no le recibía y a menudo era ridiculizado, se emborrachaba, tenía fama de ser un completo fracasado, además, sin talento. A menudo salía de París en busca de inspiración y consuelo, pero no lo encontraba y volvía, con nuevos cuadros que nadie compraba, con nuevas ideas que nadie quería.

Como los zapatos de un cuadro, podría haber hecho el bien, y mucho, pero en lugar de eso se pasó toda la vida en la carretera, en el barro húmedo, bajo la lluvia, sin que se le necesitara.