The source Jean Auguste Dominique Ingres (1780-1867)

El análisis de la pintura revela una figura femenina desnuda, colocada frente a un muro rocoso cubierto por vegetación exuberante. La mujer sostiene con su brazo derecho una jarra de la cual mana un flujo constante de agua que cae hacia un pequeño estanque en primer plano. Su postura es erguida y frontal, aunque ligeramente inclinada para facilitar el vaciado del recipiente.
La iluminación incide directamente sobre su cuerpo, resaltando la suavidad de sus formas y creando contrastes marcados con las zonas más oscuras del fondo. La mirada de la figura se dirige al espectador con una expresión serena, casi distante. Su piel presenta un tono claro, mientras que el cabello rojizo está recogido de forma sencilla.
El contexto natural sugiere un espacio aislado, posiblemente un manantial o una fuente escondida en un bosque. El agua, elemento central de la composición, puede interpretarse como símbolo de pureza, fertilidad y renovación. La desnudez de la figura, lejos de ser meramente decorativa, podría aludir a la conexión primordial con la naturaleza y a la representación del cuerpo humano como vehículo de vida.
La jarra que sostiene evoca prácticas cotidianas relacionadas con el abastecimiento de agua, pero su presencia en este entorno natural y junto a una figura idealizada sugiere también un significado más profundo: la fuente misma de la existencia o la representación alegórica de un río o manantial sagrado. La composición general, con su equilibrio simétrico y su atención al detalle anatómico, remite a las tradiciones clásicas de la pintura mitológica y alegórica.
La oscuridad del fondo enfatiza la figura femenina como foco principal, creando una atmósfera íntima y contemplativa que invita a la reflexión sobre la relación entre el ser humano, la naturaleza y los orígenes de la vida.