Raffaello (Raffaello Sanzio) – Madonna of the Goldfinch Uffizi

Descripción del cuadro de Rafael Santi "La Virgen con el Niño".

El cuadro está realizado en técnica de pintura al óleo sobre madera, su autor es el famoso artista italiano, representante de la escuela de Umbría - Rafael Santi. El cuadro data de 1506 y se encuentra actualmente en la Galería Eclesiástica de Florencia.

El cuadro fue adquirido en su día por un burgués francés, un rico comerciante de tejidos caros, con motivo de su matrimonio. La casa del matrimonio Nazi -primeros propietarios del cuadro- se derrumbó en 1547, momento en el que el cuadro, dañado por las ruinas de varias otras casas de la ladera, quedó prácticamente destruido, dividido en diecisiete fragmentos.

Rafael recibió el encargo de Nazi de pintar un cuadro que representara a los niños Jesús y San Juan. La Virgen María, a cuyos pies se encuentra el niño Jesús observando con benevolencia cómo Juan le entrega un pajarito (símbolo de la Pasión de Cristo). Las miradas y los gestos de los personajes en el lienzo forman una "cadena de conexión", uniendo sus imágenes en una sola composición. Sobre el fondo de la clásica composición "triangular" aparece el paisaje del ancho río, envuelto en una ligera bruma.

El horizonte parece interminable debido a las montañas que se elevan majestuosamente sobre el paisaje del río. El arco y el roble detrás de la Virgen y los niños no distraen la atención del espectador, sino que crean un mayor volumen "aéreo" en el fondo. El profundo juego de luces y sombras crea un volumen adicional, y los colores locales de las ropas de la Virgen resaltan su figura central y parecen crear un "contorno" de toda la composición del primer plano. La pose de María, con las manos y los pies apuntando a la derecha desde el punto de vista del espectador, llama la atención sobre el libro, pero al mismo tiempo su tierna mirada se dirige al enamoramiento del niño.

Los historiadores del arte, con razón, señalan las similitudes entre la Madonna de Rafael y la de Leonardo, pero distinguen sus obras por su particular ternura, la ausencia de ansiedad e inquietud en las imágenes creadas por Rafael.