"Silencio: el poder de los introvertidos en un mundo que no puede dejar de hablar" por Susan Cain Traductor traducir

Descrito por «Scientific American» como «en parte libro, en parte manifiesto», el bestseller de no ficción de Susan Cain de 2012 «Quiet: The Power of Introverts in a World That Can’t Stop Talking» es una polémica rehabilitación del tipo de personalidad «introvertida». Basando sus escritos en parte en sus experiencias como introvertida en entornos donde la extraversión era más valorada, y en parte en una variedad de estudios científicos, Cain afirma que la cultura occidental se basa en un "ideal extrovertido" como abreviatura de rasgos de carácter positivos no relacionados. En lugar de descartar o patologizar a los introvertidos, Cain sostiene que es necesario defender y valorar adecuadamente sus capacidades. «Quiet» se divide en varias secciones: primero, una redefinición exhaustiva de la introversión y una historia de cómo este tipo de carácter tan común se devaluó; segundo, una discusión sobre los beneficios de la introversión y los inconvenientes de la extraversión en el trabajo; tercero, una mirada rápida a las formas en que los introvertidos funcionan dentro de sus familias de origen y relaciones románticas; y finalmente una forma de avanzar hacia una mayor aceptación introvertida. Aún así, aunque el libro cubre cómo la división extravertido/introvertido afecta todos los aspectos de la vida, el enfoque central de Cain está en el mundo del trabajo.

El libro comienza con varias declaraciones históricas radicales. Primero, que las sociedades occidentales se basan en el antiguo modelo grecorromano de valorar a los líderes que sobresalen en la oratoria y la actividad pública en lugar de la introspección y la cautela, que más tarde se mantuvo en los Estados Unidos del siglo XIX como el modelo del hombre orientado a los negocios. Esto es diferente, por ejemplo, de las antiguas culturas del Lejano Oriente, que en cambio enfatizaban la discreción, la contemplación y la prudencia. En opinión de Cain, esta preferencia por aquellos que se dedican a la actuación pública ha dado lugar al «ideal extrovertido»: la opinión de que la naturaleza humana en su mejor expresión es muy sociable, ruidosa y benignamente dominante.

Pero el proyecto de Cain busca redefinir la introversión y alejarla de ser simplemente lo opuesto a lo que la sociedad occidental quiere que sea la gente. En cambio, dice que los introvertidos son simplemente personas que prefieren un ambiente con menos estímulos externos: tienden a considerar antes de hablar, evitan comportamientos imprudentes y en las interacciones buscan un significado intrínseco en lugar de un estilo superficial. Los extrovertidos, por otro lado, prefieren pensar con rapidez y se sienten energizados por un amplio compromiso con los demás. La clave para Cain es separar la introversión de la timidez, que para ella se define más por el miedo que por la tranquilidad, del comportamiento antisocial, motivado por la antipatía o la ira, y del autismo, que se categoriza por la incapacidad de leer. señales sociales. Vistos a la manera de Caín, alrededor de un tercio de los estadounidenses son introvertidos, aunque estas cualidades se encuentran en un espectro. La idea principal del libro de Cain es que debemos alejarnos de sobrevalorar a los extrovertidos e infravalorar a los introvertidos en el lugar de trabajo. Basándose en una variedad de fuentes, señala estudios que muestran que no hay razón para equiparar ser un buen orador con ser un buen líder, que la lluvia de ideas simplemente aísla a la personalidad más dominante de un grupo en lugar de las mejores ideas, y que al confiar en Basándonos en el trabajo grupal en lugar de las contribuciones individuales, promovemos la cohesión social y la evitación de conflictos por encima de la justicia, la razón, la evaluación adecuada de riesgos y la resolución creativa de problemas. Sus soluciones a estos problemas incluyen lugares de trabajo multimodales con formas de permitir a los introvertidos tiempo y espacio para recargar energías en su entorno preferido: oficinas diseñadas con lugares donde los trabajadores puedan estar solos o en grupo, proyectos colaborativos que ofrezcan a los trabajadores la capacidad de contribuir. en línea en su propio tiempo, así como en grandes reuniones, y la comprensión de que ambos tipos de personalidad pueden ofrecer excelentes modelos de liderazgo (ella sostiene que los extrovertidos son mejores líderes de trabajadores pasivos que pueden energizar e inspirar, mientras que los introvertidos son mejores líderes creativos y automotivados). trabajadores cuyas ideas pueden escuchar sin aplastarlas).

Cain también aborda la forma en que los introvertidos manejan las relaciones personales cercanas. Al especular que las parejas mixtas extrovertidas/introvertidas son comunes, plantea problemas potenciales que podrían resolverse fácilmente mediante mejores estrategias de comunicación. Por ejemplo, un extrovertido puede leer la necesidad del introvertido de recargarse solo como un retraimiento doloroso; por el contrario, el hecho de que el extrovertido pueda buscar situaciones sociales podría ser visto por un introvertido como una demostración de que la pareja introvertida no es suficiente.

En general, sostiene Cain, debido a que la introversión es al menos un 50% innata e inmutable, es mejor si aquellos con introvertidos en sus vidas ganan empatía para poder comprenderlos. Esto es particularmente importante para padres con hijos introvertidos. En lugar de tratar de «arreglar» esta preferencia por el silencio, los padres deberían fomentar la creatividad, las actividades intelectuales y la precaución natural de los niños, cualidades que eventualmente se traducirán en logros académicos y buenas elecciones de vida. Este tratamiento debe continuar en la escuela, que debe fomentar el trabajo individual y en grupo y permitir que los niños ejerzan su temperamento natural sin juicios ni prejuicios. El libro termina con una sección que ofrece algunos consejos a los introvertidos y con alguna esperanza de un futuro más comprensivo. Cain señala que categorizar a alguien como introvertido o extrovertido no cuenta toda la historia. De hecho, incluso esta cualidad fundamental puede cambiar según las circunstancias. Basándose en la «teoría del rasgo libre», Cain señala que los introvertidos pueden pasar al modo extrovertido si con ello logran un objetivo específico, y lo hacen de forma saludable y productiva, siempre y cuando tengan el espacio físico y mental para recargarse después. hacer cosas como trabajar solo, tener una discusión profunda, leer o alejarse de la sobreestimulación.

El libro termina con el llamado de Cain a una revolución silenciosa, algo que ella también promueve en su charla TED y en su sitio web. Este movimiento hace hincapié en crear conciencia sobre el sesgo de introversión, repensar las políticas laborales y de contratación, rediseñar algunas herramientas educativas y, en general, normalizar la idea de que no hay nada malo en ser introvertido.