Cuentos de un peluquero: cómo un cliente se cortó el pelo Traductor traducir

En el trabajo de un peluquero a veces ocurren situaciones que son iniciadas por clientes con cualidades de emprendedor. Buscan y encuentran activamente momentos adecuados para utilizar sus extraordinarias habilidades mentales. Suelen ser personas enérgicas que tienen prisa y piden que las atiendan de inmediato.

Un joven apuesto vino a la peluquería a cortarse el pelo; no era un cliente habitual, pero a veces me recordaba a él mismo. Durante el servicio compartió gustosamente sus muchos años de observación del trabajo de los peluqueros y aconsejó las técnicas más adecuadas para trabajar con su cabello. El lector debe tener en cuenta que no le pidieron consejo, simplemente escucharon y le dieron la oportunidad de hablar.

En su siguiente visita, sin esperar a que el maestro terminara el trabajo, pidió equipo de peluquería y mostró en su propia cabeza cómo podía cortar el cabello de forma rápida y eficaz. Sus acciones parecieron convincentes y fueron el comienzo de una demostración de experiencia, imaginación y destreza. En ese momento, el peluquero no tenía idea de la magnitud de sus habilidades y talentos; para ella seguía siendo un joven agradable y sociable.

La próxima vez vino con un amigo y de repente le pidió alquilar una cortadora de cabello por una tarifa. El peluquero, que no esperaba tal giro de los acontecimientos, se sorprendió un poco, pero estuvo de acuerdo. Un amigo suyo atendió a un antiguo cliente; resultó que ella quería probar la profesión de peluquera. El maestro se interesó por el invento de los visitantes y no puso objeciones, porque por el uso de su silla de trabajo y sus herramientas recibió el coste de un corte de pelo.

El siguiente servicio independiente del joven fue afeitarse la barba con una maquinilla. La peluquera vio esta operación por primera vez en su carrera profesional. Un bono reconfortante para ella fue la información informativa sobre un nuevo tipo de servicio y una historia sobre por qué afeitarse con una máquina le convenía. Para crédito del ex cliente, pagó voluntariamente dinero por el trabajo realizado. La maestra poco a poco amplió sus horizontes sobre las capacidades humanas y se quejó mentalmente de sus limitaciones.

Al despedirse, el cliente anunció alegremente que iría constantemente a afeitarse la barba con la maquinilla del maestro. Al final, la peluquera no quedó contenta con esta idea: era arbitraria y no se le pidió ningún consentimiento. Ella lo escuchó con calma, le deseó buena suerte, pero decidió que esta visita de su antiguo cliente sería la última.

Ella ya no aceptará sus innovaciones y tiene la intención de trabajar como antes. En su opinión, la solución lógica para un joven inteligente sería comprar herramientas de peluquería y realizar el autoservicio en casa. Qué hacer y qué hacer depende de él decidir por sí mismo. Sólo nos queda desearle éxito y mantener una actitud positiva y entusiasmo.

El cuento de hadas es mentira, pero tiene una pista… Y ahora, en serio, conclusiones y reflexiones adicionales.

7 cosas que los peluqueros deberían dejar de hacer inmediatamente

1. Precios por género. No existe el corte de pelo de hombre ni el de mujer. Exigir a las personas que paguen más por un servicio debido a su género/sexualidad es discriminatorio y se considera un “impuesto rosa” porque afecta desproporcionadamente a quienes se identifican como mujeres. Pagar por horas (pay for time) es la mejor manera de eliminar prácticas discriminatorias y ganar dinero real como peluquero.

2. Servicios para niños. Si eres peluquero, sabrás que trabajar con niños es mucho más difícil (normalmente) que trabajar con adultos. Se retuercen, lloran y gritan: cobrar menos por el corte de pelo de los niños es sólo otra forma de privarse de beneficios. Otra solución es cobrar por tiempo; esto elimina la confusión y crea un entorno mucho más rentable para los peluqueros.

3. Acepta propinas. Las propinas se crearon por dos razones principales. La primera razón es una solución para que los empleadores blancos paguen menos a los trabajadores de fuera de la ciudad que a los locales. Las propinas también permitían a los empleadores pagar menos a las mujeres que a los hombres. Las propinas tienen sus raíces en el racismo y el sexismo y, al eliminarlas, estamos eliminando el pago basado en el desempeño que crearon. He aquí una forma sencilla de verlo:

• Consejo = usted determina mi valor y costo
• Sin tip = Decidí lo que valía y cómo me valoraba.

4. Descuento. Descuento es una palabra que dice: “Mis servicios no valen lo que cobro”. Cuando hacemos un descuento, nos devaluamos como profesional. Históricamente, los descuentos no crean clientela, la destruyen. Construir una clientela proviene de una conexión genuina, talento y, la mayoría de las veces, salvar el cabello de alguien de un desastre anterior. Los descuentos son una forma competitiva de ganar dinero que te obliga a trabajar mucho más duro por mucho menos dinero. Defender su posición; deja de dar descuentos.

5. Llene sus estantes con artículos minoristas. Esta fue la misión "Destroy the Barber" desde el principio. Las empresas manufactureras han convencido a los peluqueros y salones de belleza de que su flujo de caja inflado es ganancia, pero no lo es. La ganancia es el resto después de los gastos, y cuando haces la ecuación matemática completa, no ganas tanto dinero como crees y, a veces, no ganas nada de dinero. Limpiar los estantes, agregar más estaciones de trabajo, eliminar el comercio minorista y pasar a enlaces de afiliados y mercados en línea es el mejor camino a seguir para los salones y barberías. Hay una manera de ganar dinero en el comercio minorista, pero eso no significa que haya que escuchar a las grandes empresas de productos.

6. Transición a salones de alquiler. Las tiendas de consignación son el futuro. Sabemos que esto suena loco. Pero la comisión es una estructura salarial, y además excelente, pero sólo si se utiliza correctamente. Muchos propietarios de salones de belleza cobran a sus empleados cantidades inapropiadas de dinero. Esto no significa que las estructuras de comisiones sean malas; es justo lo que sucede cuando la gente abre salones sin tener idea de lo que están haciendo. Muchos trabajos bien remunerados se basan en comisiones porque, cuando se hacen bien, ambas partes ganan. En Destroy the Hairdresser ofrecemos comisiones del 46%, 47% o 48%. Cualquier valor por encima o por debajo de este nivel no es aceptable ni para el peluquero ni para el salón: no hay escalas móviles, no hay "cargos adicionales por productos", sólo un número directo.

7. Evaluación comparativa. A nadie le importa menos el benchmarking que a los peluqueros. Por supuesto, para administrar un negocio tenemos que mirar los números y tomar decisiones comerciales inteligentes, pero al final del día, los peluqueros felices construyen negocios. Generalmente existe un vínculo entre la felicidad en el lugar de trabajo y la rentabilidad empresarial, razón por la cual centramos todas nuestras estrategias comerciales en el desarrollo de la inteligencia emocional. Continúe monitoreando su desempeño y establezca metas, pero deje de comparar a sus empleados (no les importa).