El Museo Erarta presenta una exposición del escultor kazajo Tamerlane Tles, cuyas obras decorativas tejen materiales raros en mapas alegóricos de vidas humanas.

El escultor Tamerlan Tles es un verdadero ciudadano del mundo: habla cuatro idiomas y tiene experiencia de trabajo en equipos internacionales, pero la exposición personal presenta al espectador al artista kazajo. La serie de tres paneles exquisitos que se presenta aquí está completamente desprovista de la visión irónica del mundo que es característica del arte contemporáneo. El autor aborda los temas de la historia nacional y la religión. En sus obras, las antiguas tradiciones artesanales encuentran su voz gracias a las posibilidades de comunicación que la realidad moderna abre para una persona.

Para crear el panel central "Omir", el artista visitó tres continentes: quería encontrar materiales raros y artesanos que pudieran "desencantar" estos materiales. Incluso el elemento más pequeño de la obra está conceptualizado. Cada detalle aquí es portador de una cierta idea. El complejo lenguaje simbólico corresponde plenamente a la seriedad de la idea: өmir en kazajo significa “vida”. Tamerlane Tles modela un "mapa" de la vida, representando la génesis de todo un pueblo e incluso más ampliamente: el mundo. El autor está convencido de que la misión del artista es deleitar al espectador con la integridad de la creación, pero es igualmente importante inspirarlo, incitar a la reflexión e incluso ofrecer ciertas pautas. Quizás es por eso que las obras de Tamerlane Tles contienen una edificación que rara vez esperas encontrar en un museo de arte moderno. No es casualidad que combine los materiales más bellos del planeta con las líneas más poéticas del Corán. Usando el lenguaje de una parábola y símbolos eternos, el autor busca llegar al espectador, invitarlo a una conversación pausada.

Tamerlan Tles es un artista perfeccionista cuyo trabajo está sujeto a una estricta disciplina. Cada una de sus obras está calculada y claramente verificada. Tratando de encontrar reflejos de armonía divina, el autor enfrentó una serie de vertiginosas aventuras y decisiones impulsivas en la implementación de sus ideas. Olvidando temporalmente el oficio de escultor, Tamerlán pareció probar el papel del héroe de la epopeya: Odiseo o, más bien, Simbad el marinero. Fue en busca de piel de cocodrilo, huesos de dinosaurio, fragmentos de meteoritos y placeres de gemas. Este viaje le dio al autor maravillosos encuentros y reveló verdades bastante simples pero importantes. Después de haber visitado canteras de mármol en Italia y haber visitado el desierto de Marruecos, estaba convencido de que la naturaleza (y para el feliz dueño de la conciencia religiosa, el Creador) es el mejor ingeniero y artista.

Las ideas kazajas sobre la cosmogonía y los detalles de la cosmovisión nacional están encriptadas en una gran cantidad de signos generosamente dispersos en las obras de Tamerlane Tles. Pero si el signo es siempre igual a sí mismo y tiene una interpretación clara, es interesante intentar leerlo como un símbolo, guiado por la propia experiencia y percepción emocional. Un espectador inquisitivo puede sumergirse en el estudio de la imaginería de los símbolos heráldicos: leopardos alados, tulpares y águilas reales. Un equipo de artesanos de diferentes países del mundo trabajó en las obras presentadas en la exposición y, de acuerdo con la forma de vida centenaria, todos pusieron una parte de su alma en la causa común. Ante el espectador de Erarta aparece una parábola-exhibición, transmitida con la ayuda de un lenguaje universal universal.

Tamerlán Tles. Omir Traductor traducir

Музей современного искусства Эрарта