Exposición "Oso, conejito y guerra" en el Museo de Juguetes de San Petersburgo Traductor traducir

La guerra juega brutalmente con los destinos de los niños. Un juguete es amigo de un niño y protector espiritual, comparte su destino y se convierte en un documento de crímenes contra inocentes e indefensos. Las fotografías y las vitrinas muestran juguetes producidos en serie, típicos de finales de los años treinta y cuarenta: muñecas de celuloide y papel maché, peluches, trapos y animales de plástico. En las fotografías los abrazan las pequeñas víctimas del Holocausto, los niños del asediado Leningrado y los niños en las ruinas de las calles de Londres y Berlín. La muñeca nativa y la buena bestia son amuletos infantiles de tiempos paganos, y la memoria genética de los niños judíos rusos, ingleses, franceses y alemanes los reconoce inconfundiblemente. Genuino, original, sincero, eso es lo que es necesario tanto para niños como para adultos en tiempos de prueba. La exposición "Bear, Bunny and War" ayuda a comprender mejor la naturaleza del juguete. Los efectos pegadizos y todo lo que hoy se llama una "broma" revela toda su falsedad e inutilidad en comparación con la simplicidad y seriedad de esos juguetes reales que ayudaron.

Los padres y maestros modernos a veces tienen miedo de familiarizar a los niños con las terribles páginas de su historia nativa. Esta "vacuna contra el mal" es dolorosa, pero necesaria. No hay victoria sin sufrimiento, y si nuestros hijos son herederos de la victoria, también son herederos del dolor. Si se oculta su herencia heroica, no podrán comprender el significado de la Gran Victoria, ni su precio, ni sus propias fortalezas.

La exposición fue preparada conjuntamente con el Museo de Historia de la Fotografía.