Tintoretto The deliverance of Arsinoe, ca 1560, 153x251 cm, Tintoretto (Jacopo Robusti) (1518-1594)

Descripción del cuadro de Tintoretto La salvación de Arsinoe

El cuadro Salvación de Arsinoe fue pintado por el pintor veneciano Jacopo Tintoretto en 1555-1556. Actualmente se conserva en Dresde.

No se sabe con certeza qué impulsó a Tintoretto a utilizar la figura de Arsinoa y a convertirla en el personaje central del cuadro narrativo, aunque sólo sea porque todavía no está del todo claro de qué Arsinoa estamos hablando. Por un lado, Arsinoe es un antiguo personaje griego, mencionado varias veces en algunos mitos helenísticos.

Por otro lado, Arsinoe es la hermana menor de Cleopatra, la soberana de Egipto, que reclamó el trono tras la muerte de su padre y fue sometida a todo tipo de persecuciones y desgracias durante el resto de su vida. Al final, las aspiraciones de Cleopatra encontraron su destino: su hermana menor fue asesinada. Pero no se trata de eso.

El cuadro del pintor veneciano, en este caso, no representa un episodio concreto de la vida de la perseguida Arsinoa, sino que toma como base su imagen, así como la opresión de las desgracias de la muchacha.

En la imagen vemos el mar embravecido, con una torre ennegrecida en la esquina izquierda, apuntando hacia el cielo, con un endeble barco que se balancea en medio de un viento salvaje. La barca transporta a cuatro personas: un joven que intenta cabalgar sobre las caprichosas olas, una muchacha desnuda de espaldas al espectador y, por último, la propia Arsinoe, apoyada en el caballero ricamente blindado que presumiblemente es el libertador de las dos doncellas descritas anteriormente.

No se trata de una narración artística de ningún mito o acontecimiento histórico: Tintoretto se limita a crear un idilio impregnado de heroísmo y romanticismo, ligado a las tradiciones del arte renacentista. Al contemplar el cuadro, se supone que el espectador se transporta a una tierra de ensueño y dulces sueños, libre de las preocupaciones o ansiedades de la vida real.

Sin embargo, cabe destacar dos puntos que sobresalen de esta composición plegable: en primer lugar, la representación del llamativo contraste entre el cuerpo desnudo de Arsinoe y la armadura de hierro del caballero, y en segundo lugar, la sorprendente similitud entre los tonos del traje de batalla y la piedra de la que está hecha la torre.

Uno tiene la sensación de que Arsinoe, tan heroicamente rescatada, no sabe aún que está cambiando una mazmorra por una casamata: habiéndose liberado de la torre, se encuentra en un nuevo y no menos duro cautiverio. Y comprender este hecho da al espectador la oportunidad de atemperar un poco el efecto escapista inicial que produce la película.