Maria Santi:
Revolución y espectáculo Traductor traducir

Jacques Louis David se hizo primero famoso y luego rico gracias a un matrimonio favorable. Para el cuadro «Lictores llevando a Bruto los cuerpos de sus hijos», el pintor encargó muebles al maestro Jacob. El maestro se enriqueció reproduciendo estos modelos.

El cuadro fue prohibido. Después de todo, Bruto había erradicado la realeza en la antigua Roma – y el salón real consideraba que la elección del tema era una insinuación peligrosa. Sin embargo, David vendió la oportunidad de mostrarlo a través de altos funcionarios de opiniones opuestas. Lo que demuestra claramente que había mucho descontento con el régimen. A todos les parecía que bastaba con deshacerse del sátrapa chupasangre para que empezara una vida brillante.

Jacques Louis David - Los verdugos llevan a Bruto los cuerpos de sus hijos

Al comienzo de la revolución, David tenía 42 años.

Sirvió al nuevo orden como artista y como revolucionario. Firmó sentencias de muerte, incluido el decreto de ejecución del rey. Fue presidente de la convención, como Danton y Robespierre antes que él. Se vengó de antiguos enemigos. Por ejemplo, destituyó a uno de ellos de su puesto de pan de cada día como representante de la Academia en Roma. Luchó a nivel diplomático por un pintor francés, autor de un grupo escultórico «Júpiter que golpeaba a la aristocracia con un rayo», cuando fue detenido por los italianos.

El Louvre se abrió por insistencia de David.

Los revolucionarios le encarcelaron. Su mujer, que había abandonado al Tsarekiller, regresó y arrancó al artista de las garras de sus antiguos partidarios.

Los revolucionarios que sobrevivieron a la lucha intestina por el poder fueron dispersados por Napoleón.

Por cierto, se rió de la idea de posar:
- ¿Crees que Alejandro posó para Apeles?

Jacques Louis David - Las sabinianas detienen la batalla

El emperador ofreció a David ser senador. El artista lo rechazó. Sí, le gustaba gobernar. Pero el pago, que podía exigirse en cualquier momento, no era de su agrado.

En la obra «Mujeres sabinas deteniendo la batalla», David retrató al beau monde parisino. Hizo pagar por ver el cuadro, escribió una larga explicación. Nadie lo leyó mucho, los pechos desnudos de las damas de la alta sociedad son mucho más interesantes.

Para una de las fiestas revolucionarias David inventó una estatua del ateísmo en forma de muñeca matrioska. Fue quemada y en su interior se encontró la Sabiduría. Entonces Napoleón dio a Europa una larga representación, exterminando a casi todos los hombres sanos. Al final de su vida, David tuvo que huir a Bruselas. Los franceses sacaron del armario a Luis XVIII, restauraron la monarquía y empezaron a arruinar a los pensionistas de la Gran Revolución Francesa.