Italian morning. 1823 Karl Pavlovich Bryullov (1799-1852)

Descripción del cuadro "Mañana italiana" de Karl Bryullov

En 1822, tras la creación de la Sociedad para el Fomento de los Artistas, Karl Bryullov tuvo la suerte de ser uno de los primeros pensionistas de la Sociedad en Italia. En el extranjero, habiendo visitado los talleres y absorbido los logros de los más grandes maestros de todos los tiempos, se convierte en uno de los mejores pintores de Roma.

Carl Bryullov, con su obra "Italian Morning", presenta al espectador el retrato de una joven italiana haciendo su aseo matutino. El lienzo está lleno de modestia, feminidad, inocencia y delicado refinamiento. La muchacha es acariciada por la luz del sol de la mañana que sombrea su rostro y sus pechos. Está totalmente concentrada en su aseo y no se fija en el autor.

El fondo se oscurece y el pintor permite al público verla con claridad y fijarse en cada pequeño detalle. La joven italiana está llena de encanto y belleza natural: tiene los labios hinchados, una nariz regular y bajo sus ojos bajos, enmarcados por unas pestañas gruesas y exuberantes, se distinguen sus ojos negros.

Karl Bryullov logró combinaciones de colores fieles y transmitió con gran realismo la textura del agua y el tono de la piel de la belle du sud.

Los pequeños detalles, como un pequeño pendiente brillante, contribuyen a que la imagen de la mujer italiana sea atractiva y cálida. Todo el mundo alabó el lienzo, primero el público italiano y luego el ruso. Fue presentado al emperador ruso Alejandro I. El cuadro tuvo una buena acogida en la revista rusa Otechestvennye zapiski y fue admirado por toda la galaxia de pintores rusos.

Briullov continuó comparando y desentrañando los complejos misterios de la naturaleza y el hombre, así como experimentando con la luz, y tras su obra "Mañana italiana" pintó "Mediodía italiano", que resume la larga búsqueda del gran pintor ruso.