Exposición de aniversario "Gráficos" de Alexander Makarov Traductor traducir

Un camino rural, que yace entre hierbas aromáticas y flores del bosque, está oculto en la niebla. En el rocío de la mañana, se vuelve hacia un amplio campo, sobre el cual pronto brillará un arco iris. La búsqueda creativa del artista Alexander Makarov conduce a las extensiones de la región de Omsk Irtysh. A través de Siberia occidental, más allá de los acantilados, bahías y bahías del Lejano Oriente, a lo largo de las colinas de Sakhalin, va mejorando sus habilidades.

Los gráficos que requieren atención y precisión se han convertido en una elección consciente del artista. La primera serie de láminas gráficas "Soldados" fue realizada a lápiz y nació mientras servía en el ejército. Combina composiciones de género, autorretratos y retratos de compañeros. La mayoría de las obras de esta serie son decorativas y llenas de detalles, con un tono rico. El público recibió calurosamente las pinturas en las exposiciones y la vida creativa del artista se desarrolló rápidamente.

Un viaje de la Irtysh River Shipping Company al norte de Siberia en 1977 presentó nuevos temas.

Días de trabajo siberianos, la vida de un hombre común, retratos de hombres del río, paisajes de Salekhard, Khanty-Mansiysk, Nadym aparecieron en las composiciones. Al mismo tiempo, tuvo lugar el primer viaje de negocios a la Casa de la Creatividad Chelyuskinskaya. Las posibilidades de los gráficos impresos capturaron a Alexander Makarov. El artista probó suerte con el aguafuerte, el aguatinta, pero durante casi una década la litografía realmente se acercó a él. Cada regreso a "Chelyuskinskaya" mejoró su lenguaje pictórico y se imbuyó de las posibilidades técnicas de la litografía: transiciones de tonos suaves, una combinación de un dibujo a lápiz suave con rellenos uniformes. Fue la litografía la que aportó un color limpio y discreto al trabajo del artista, que transmitió perfectamente el estado de ánimo de la serie "Verano" (1980). Esta serie es una apelación a lo profundo de uno mismo, a una infancia pasada a través de la mirada de un hijo pequeño. Cuatro hojas ("Kite", "Summer", "Haytime", "Rainbow") están hechas cada una en su propio color local, y el resto de los colores están apagados, como si estuvieran cubiertos por una neblina de recuerdos. Pero lo más tangible es el sentimiento entusiasta de libertad captado por el autor al borde mismo del verano, cuando las espigas de trigo están maduras y los dientes de león esponjosos arden como luces blancas.

El punto de inflexión en el trabajo de Alexander Makarov fue un viaje al Lejano Oriente y la isla de Sakhalin. Los paisajes de Sakhalin se instalaron en el corazón del artista y llevaron a la creación de técnicas mixtas del autor, basadas en pasteles y acuarelas con la adición de témperas y lápices de colores. Con todas sus virtudes expresivas, la litografía lacónica y estricta no lograba transmitir los más sutiles matices de color de los acantilados sumergidos en la bruma y los reflejos de las nubes iluminadas por el sol poniente en el agua tranquila. Las nieblas frías de color gris plateado, que cautivaron tanto al artista, las nubes bajas y pesadas que yacen en las cimas de las montañas, ya están representadas en la serie Sakhalin Motifs (1991), realizada en técnica mixta.

La taiga del distrito de Muromtsevsky, los pueblos de Tarmakla y Kondratyevo, las viejas lentejas de agua y los caminos rurales se convirtieron para él en una fuente inagotable de inspiración en los albores del nuevo milenio. Lugares cercanos a muchos residentes de Omsk y hasta el día de hoy ocupan al artista. Y los pasteles y técnicas mixtas encontrados en una larga búsqueda van junto al maestro, ayudando perfectamente a expresar su visión de autor. La serialización ha pasado de la creatividad, cada obra es ahora una imagen idealmente completa.

Comenzando con un lápiz de grafito, Alexander Makarov llegó a los colores complejos y ricos de los pasteles. Habiendo ido a explorar el norte de Siberia y el emocionante Lejano Oriente, regresó y encontró el encanto.

en los densos bosques de la región de Omsk. Todo lo que es querido para el corazón está cerca. Solo necesitas dejar que la belleza sutil de tu tierra natal entre en tu alma. Este es el verdadero camino del artista. Te invitamos a recorrerlo en una exposición retrospectiva dedicada al 70 aniversario de Alexander Makarov.