Pintura del artista armenio hereditario Mher Chatinyan 12+ Traductor traducir

Galería "Artist’s Studio" 3er piso.

El abuelo Albert Chatinyan y el padre Hamlet Chatinyan también son pintores. Mher nació en la ciudad de Kirovakan (actual Vanadzor) en 1989. Después de graduarse de la escuela secundaria en 2006, comenzó a dibujar y entró en el Instituto Pedagógico Estatal de Vanadzor en la facultad de Pintura y Gráficos, que se graduó en 2010. En 2010-2012. sirvió en el ejército armenio. Participante de la ciudad y exposiciones pan-armenias desde 2006.

Participó en simposios de arte en Gyumri en 2012, 2013, 2014, en Tbilisi en 2013 y en Eslovaquia en 2014. - Miembro de la Unión Mundial de Artistas Armenios.

Mher Chatinyan, por supuesto, es una artista nacional, caracterizada por un rico temperamento de color. El color brillante de la paleta del autor está arraigado en su tierra natal, su naturaleza majestuosa, las montañas y el sol. Manteniendo las tradiciones de su escuela de arte nativa, Mher está trabajando para encontrar su propio estilo de pintura. En muchas de las obras del autor, uno puede sentir la influencia de la tendencia modernista en el arte, inspirando a Mher en un nuevo experimento artístico.

Trabajando en una imagen pictórica, el artista crea su propia sinfonía de color, como una sinfonía del alma. Y puede ser diferente, tocar acordes de tristeza y alegría. En muchas de sus obras, el artista presta especial atención al encanto y la estética de las flores marchitas, encontrando en ellas el encanto del ciclo incontenible de la naturaleza, bello en todas sus manifestaciones. Esta observación del artista se transforma en una cierta imagen del Antiguo Testamento de la belleza y la sabiduría de los canosos de la vejez, y, dándole un tributo de respeto y reverencia, el autor a menudo representa la cara de un anciano antiguo, incluido él en la composición de sus cuadros llenos de color y vida.

Toda la serie de pinturas de Mher Chatinyan presentadas en la exposición está dedicada a la belleza inolvidable del paisaje montañoso de la tierra natal, las viejas calles de sus ciudades favoritas, retratos expresivos de hombres y mujeres en trajes nacionales, ejecutados con la habilidad de Un artista profesional. El autor trabaja distintiva y audazmente con el color. Poseyendo un sutil sentido del color, toma poderosas matrices de colores y crea composiciones expresivas inesperadas a partir de ellas, creando un caos pictórico en el lienzo y la armonía de las proporciones que suenan, ya sea un reflejo de rifles de montaña en el río o una perspectiva de calle que se eleva hacia arriba. Y esta energía creativa incontrolable del artista se refleja en la productividad sin precedentes de su trabajo. Solía ​​escribir rápida y ruidosamente, tratando de captar la sensación y capturarla de inmediato, sin estirar las sesiones de trabajo y sin extorsionar la pintura. Es por eso que es tan recordado por la frescura de la paleta y los hallazgos inesperados del artista, que no se equivoca en la pincelada cuando pone sombras inesperadas y corta formas, como el primer alfarero que crea el universo. Y como una vieja canción del mundo, en la que el artista ha invertido parte de su alma, su pintura suena y se vierte, inspirando sin cesar al espectador.