Three Graces Raphael (1483-1520)

Una descripción del cuadro de Rafael Santi Las tres gracias

"Las Tres Gracias" es un cuadro de Rafael que representa la Inocencia, la Belleza y el Amor tal y como el artista los imaginaba.

Las chicas son muy jóvenes, todas tienen el pelo de un color similar, peinado de una manera que no se ve ordenada. Abrazados -porque el amor perfecto es siempre bello e inocente, la belleza perfecta es siempre inocente y sabe amar, la inocencia perfecta es siempre bella y evoca el amor- se sitúan sobre el fondo de un cierto río, en tierra firme, del que sólo han brotado algunos arbustos achaparrados. Si se mira con atención, se pueden ver los huesos de un animal, ¿tal vez una pista de que la perfección mata?

Las muchachas sostienen esferas doradas perfectas, lo que puede ser una alusión a las manzanas de las Hespérides, que Heracles extrajo en su undécima hazaña. Posteriormente, el ventoso París decidía a cuál de las diosas griegas entregárselos: Hera, Afrodita o Atenea. Pero ninguno de ellos era tan digno como Amor, Inocencia y Belleza.

Con el telón de fondo del paisaje, las chicas aparecen tan puras como la nieve, atrayendo la mirada. A pesar de que los estándares modernos de belleza difieren de sus formas y de que para una persona moderna pueden ser feas, nadie discute que sus rostros están llenos de luz interior, que causan una impresión maravillosamente conmovedora y agradable, y que su desnudez no es condenable ni incómoda.

Es natural, ¿por qué vestir la perfección y exigirle que siga las normas humanas?

En medio de la gran "nada", tres chicas de rasgos suaves y tersos juegan con orbes dorados y se sonríen con ternura, encarnando lo inmortal, lo eterno y lo cantado sin importar la edad.

El amor - eleva.

La belleza - atrae.

La inocencia purifica el alma y exige la conformidad interior: no se puede tocar con las manos sucias, porque entonces los atlantes dejarían caer el cielo que han sostenido durante muchos miles de años.