Autenticación de pinturas por números. Traductor traducir
Cuando la Casa de Subastas belga quiso el año pasado subastar una de las pinturas de Gerhard Richter, sus representantes contactaron los archivos del artista alemán en Dresde para verificar el trabajo. No necesitaban opiniones de expertos o análisis complejos, para determinar la autenticidad de la imagen, solo era necesario nombrar el número escrito en la parte posterior.
Richter numeró todas sus pinturas y esculturas secuencialmente, por lo que cuando el número del lienzo se transfirió al archivo del artista, resultó que la pintura no coincidía con la descripción, lo que significa que era falsa.
Dado que en las últimas dos décadas, los precios de las obras de arte contemporáneo han aumentado constantemente, las apuestas en disputas sobre la autenticidad de las obras son cada vez más altas. Grandes fundaciones de artistas como Andy Warhol, Jackson Pollock y Jean-Michel Basquiat han disuelto sus departamentos de autenticación debido a los costosos litigios. Richter pudo evitar estos problemas simplemente numerando todas sus obras.
El artista comenzó un relato detallado de sus pinturas y esculturas en 1962 después de mudarse a Alemania Occidental. Asignó el número 1 a su cuadro "Tabla", dibujando así una línea debajo de todas las obras que escribió en la RDA. Richter comenzó a llevar una cuenta simple y detallada de todas sus obras. (La excepción es su "Elba" de la serie de 1957, que se incluyó en la lista de sus obras completas solo en 2002). El Archivo Gerhard Richter fue creado en Dresde en 2006, y su trabajo se basa en seis volúmenes de catálogo publicados por Hatje Cantz. Además, la base de la nueva edición fueron los catálogos preliminares escritos por el propio artista en 1986 y 1993.
Hans-Ulrich Obrist, quien organizó la exposición de Richter en la Fondation Beyeler, en Basilea (hasta el 7 de septiembre), dice que una sistematización tan completa estaba en el personaje del artista. Richter catalogó su trabajo solo cuando estaba completamente seguro de que habían terminado. Sobre estas pinturas, el artista dijo que se ven como niños adultos y que ahora vivirán sus propias vidas. Es cierto que hay obras en circulación que no están firmadas por el pintor. La razón de esto es simple: el maestro no estaba satisfecho con su calidad y se negó a enumerarlos.
Sin embargo, hasta la fecha, las pinturas de Richter gozan de la mayor confianza entre los compradores, ya que su autenticidad está demostrada de manera elemental y no está en duda. Sería bueno si el método de Richter fuera adoptado por artistas modernos que ya han logrado el reconocimiento, o simplemente lo están aplicando.
Anna Sidorova © Gallerix.ru
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