Estudiamos el mito de la "Europa sin lavar" Traductor traducir

Hemos escuchado esto más de una vez: "Nos lavamos, pero usamos perfumes en Europa". Suena muy bien y, lo más importante, patriótico. Por lo tanto, está claro de dónde crece todo, las tradiciones centenarias de limpieza e higiene son más importantes que un atractivo "envoltorio" de olores. Pero la sombra de la duda, por supuesto, no puede surgir, porque si los europeos realmente no se hubieran "lavado por siglos", ¿la civilización europea habría podido desarrollarse normalmente y darnos obras maestras? Nos gustó la idea de buscar confirmación o refutación de este mito en las obras de arte europeas de la Edad Media.

Harmenszoon Van Rijn Rembrandt - Betsabé en la casa de baños, 1654

Baño y lavado en la Europa medieval.

La cultura del lavado en Europa se remonta a la antigua tradición romana, cuya evidencia material se ha conservado hasta nuestros días en forma de restos de términos romanos. Numerosas descripciones indican que una señal de buen gusto para el aristócrata romano era una visita a la terma, pero como tradición no solo se ofrecían servicios de masaje higiénico allí, y una sociedad seleccionada también se reunía allí. En ciertos días, los términos se pusieron a disposición de las personas de una posición simple.

Los baños de Diocleciano II en Roma

“Esta tradición, que los alemanes y las tribus que entraron con ellos no pudieron destruir, emigró en la Edad Media, pero con algunos ajustes. Los baños permanecieron: tenían todos los atributos del término, se dividieron en ramas para la aristocracia y los plebeyos, continuaron sirviendo como un lugar de encuentro y un pasatiempo interesante ", dice Fernand Braudel en el libro" Estructuras de la vida cotidiana ".

Pero nos alejamos de una simple declaración de hechos: la existencia de baños en la Europa medieval. Estamos interesados ​​en cómo el cambio en el estilo de vida en Europa con el advenimiento de la Edad Media afectó la tradición del lavado. Además, trataremos de analizar las razones que podrían impedir la higiene en la escala que ahora nos es familiar.

Entonces, la Edad Media es la presión de la iglesia, esta es la escolástica en la ciencia, las hogueras de la Inquisición… Esta es la aparición de la aristocracia en una forma que no era familiar para la antigua Roma. Los castillos de los señores feudales se construyen en Europa en muchos lugares, alrededor de los cuales se forman asentamientos vasallos dependientes. Las ciudades adquieren paredes y artesanías, barrios de artesanos. Los monasterios están creciendo. ¿Cómo se lavó un europeo durante este período difícil?

Giuseppe Bartolomeo Chiari - Betsabé en su baño, siglo XVII.

Agua y leña: sin ellos no hay baño

¿Qué se necesita para un baño? Agua y calor para calentar agua. Imagine una ciudad medieval que, a diferencia de Roma, no tiene un sistema de suministro de agua para los viaductos de las montañas. El agua se toma del río y necesita mucha. La leña se necesita aún más, porque calentar el agua requiere una larga quema de madera, y aún no se conocían las calderas para calefacción.

El agua y la leña son suministrados por personas que hacen sus negocios, un aristócrata o un rico habitante de la ciudad paga por tales servicios, los baños públicos cobran una tarifa alta por usar las piscinas, compensando así los bajos precios en los "días de baño" disponibles públicamente. La estructura de clase de la sociedad ya le permite distinguir claramente entre los visitantes.

Francois Clouet - Una dama en el baño, hacia 1571

No hablamos de dobles: los baños de mármol no permiten el uso de vapor, hay piscinas con agua caliente. Emparejado: pequeñas habitaciones forradas de madera aparecieron en el norte de Europa y en Rusia porque hace frío y hay una gran cantidad de combustible disponible (madera). En el centro de Europa, son simplemente irrelevantes. Una casa de baños públicos existía en la ciudad, era accesible, y los aristócratas podían y usaban su propio "jabón". Pero antes de la llegada de un suministro de agua centralizado, lavar todos los días era un lujo increíble.

Pero el suministro de agua requiere al menos un viaducto, y en el terreno plano, una bomba y un tanque de almacenamiento. Antes del advenimiento de la máquina de vapor y el motor eléctrico, no se trata de la bomba; Antes de la llegada del acero inoxidable, no es posible almacenar agua durante mucho tiempo, se "pudrirá" en el tanque. Es por eso que el baño no era accesible para todos, pero al menos una vez por semana una persona podía entrar en una ciudad europea.

Baños públicos en ciudades europeas.

Francia. El fresco "Baño público" (1470) representa a personas de ambos sexos en una gran sala con una bañera y una mesa puesta directamente en ella. Es interesante que haya "habitaciones" con camas… En una de las camas hay una pareja, otra pareja se dirige inequívocamente a la cama. Es difícil decir cómo esta situación transmite la atmósfera de "lavado", todo esto es más como una orgía junto a la piscina… Sin embargo, según el testimonio y los informes de las autoridades de París, ya en el año 1300 había aproximadamente treinta baños públicos en la ciudad.

Giovanni Bocaccio describe una visita a un baño napolitano por jóvenes de aristócratas de la siguiente manera:

"En Nápoles, cuando llegó la novena hora, Catella, llevando a su doncella con ella y sin cambiar su intención, fue a esos baños… La habitación estaba muy oscura, con lo que cada uno de ellos estaba complacido"…

Un europeo, residente de una gran ciudad en la Edad Media, podría utilizar los servicios de baños públicos, a los que se asignaron fondos del tesoro de la ciudad. Pero el pago por este placer no fue bajo. En casa, se excluyó el lavado con agua caliente a gran capacidad debido al alto costo de la leña, el agua y la falta de escorrentía.

El artista Memo di Filipuccio en el fresco "Marital Bath" (1320) representa a un hombre y una mujer en una bañera de madera. A juzgar por la situación en la sala con cortinas, estos no son ciudadanos comunes.

El "Códice Valenciano" del siglo XIII prescribe ir a la casa de baños por separado, por días, para hombres y mujeres, reservando otro sábado para los judíos. El documento establece la tarifa máxima por visita, se acuerda que no se le cobra a los servidores. Nota: de los sirvientes. Esto significa que ya existe cierta calificación de clase o propiedad.

En cuanto al suministro de agua, el periodista ruso Gilyarovsky describe a los transportistas de agua de Moscú ya a fines del siglo XIX y principios del XX, sacando agua en sus barriles desde el "fantasma" (fuente) en la Plaza del Teatro para llevarlo a los hogares. Y la misma imagen se observó anteriormente en muchas ciudades europeas. El segundo problema son los desagües. La eliminación de una gran cantidad de aguas residuales de los baños requirió algún esfuerzo o inversión. Por lo tanto, un baño público no era un placer para todos los días. Pero la gente se lavó, hablando de "Europa sin lavar", a diferencia de Rusia "pura", por supuesto, no hay razón . El campesino ruso ahogó la casa de baños una vez a la semana, y la naturaleza del desarrollo de las ciudades rusas hizo posible tener una casa de baños en el patio.

Albrecht Durer - Baño de mujeres, 1505-10

Albrecht Durer - Casa de baños para hombres, 1496-97

Un magnífico grabado de Albrecht Dürer "Baño de hombres" muestra a una compañía de hombres con cerveza junto a la piscina al aire libre bajo un dosel de madera, y grabando a las mujeres en un grabado "Baño de mujeres". Ambos grabados se remontan a la época en que, según aseguran algunos de nuestros conciudadanos, "Europa no se lavó".

La pintura de Hans Bock (1587) muestra baños públicos en Suiza: muchas personas, además, hombres y mujeres, pasan tiempo en la piscina cercada, en medio de la cual flota una gran mesa de madera con bebidas. A juzgar por el fondo de la imagen, la piscina está abierta… Detrás del área. Se puede suponer que aquí hay una casa de baños que recibe agua de las montañas, posiblemente de las aguas termales.

No menos interesante es el edificio histórico "Bagno Vignole" en la Toscana (Italia), donde todavía se puede nadar en aguas calientes, saturadas con sulfuro de hidrógeno y calefacción natural.

Baño en el castillo y el palacio: un gran lujo

El aristócrata podía permitirse su propio jabón, como Karl the Bold, que conducía un baño de plata. Está hecho de plata, ya que se creía que este metal desinfecta el agua. En el castillo de un aristócrata medieval, el jabón era, pero lejos de ser generalmente accesible, además, costoso de usar.

Albrecht Altdorfer - Bañando a Susanna (fragmento), 1526

La torre principal del castillo, la mazmorra, dominaba las paredes. Las fuentes de agua en tal complejo eran un recurso estratégico real, porque durante el asedio, el enemigo envenenó los pozos y bloqueó los canales. El castillo fue construido a una altura predominante, lo que significa que el agua se elevó como una puerta del río, o fue tomada de su propio pozo en el patio. La entrega de combustible a tal castillo fue un placer costoso, calentar agua durante el calentamiento por chimeneas fue un gran problema, porque en una chimenea directa de una chimenea, hasta el 80 por ciento del calor simplemente "vuela hacia la tubería". El aristócrata en el castillo no podía darse un baño más de una vez por semana, e incluso en circunstancias favorables.

La situación no era mejor en los palacios, que en esencia eran los mismos castillos, solo con una gran cantidad de personas, desde cortesanos hasta sirvientes. Lavar tanta masa de personas con agua y combustible accesibles fue muy difícil. Enormes hornos para calentar agua no podían calentarse constantemente en el palacio.

Los aristócratas que fueron a centros turísticos de montaña con aguas termales, a Baden, cuyo escudo representa a una pareja que se baña en una bañera de madera, bastante estrecha, puede permitirse un lujo. El emblema del Sacro Imperio fue otorgado a la ciudad por el emperador Federico III en 1480. Pero tenga en cuenta que la bañera en la imagen es de madera, es solo una bañera, y es por eso que el tanque de piedra enfrió el agua muy rápidamente. En 1417, según Poggio Braccioli, quien acompañó al Papa Juan XXIII, Baden tuvo tres docenas de baños públicos. La ciudad, ubicada en el área de las fuentes termales, desde donde el agua llegaba a través de un sistema de simples tuberías de arcilla, podía permitirse ese lujo.

A Carlomagno, según Einhard, le encantaba pasar tiempo en las aguas termales de Aquisgrán, donde construyó especialmente un palacio para este propósito.

El lavado siempre valió la pena…

La iglesia desempeñó un cierto papel en la supresión del "negocio del jabón" en Europa, que percibió muy negativamente la reunión de personas desnudas en cualquier circunstancia. Y después de la próxima invasión de la peste, el negocio de los baños se dañó gravemente, porque los baños públicos se convirtieron en lugares de infección, como lo testifica Erasmo de Rotterdam (1526): “Hace veinticinco años, nada era tan popular en Brabante como los baños públicos: hoy en día ya no, la plaga nos enseñó a prescindir de ellos. "

La aparición de un jabón similar al moderno es un tema controvertido, pero hay evidencia de los crescanos Davin Sabonerius, quien en 1371 comenzó a producir este producto a base de aceite de oliva. Posteriormente, el jabón estaba disponible para las personas ricas, y los plebeyos dispensaron vinagre y cenizas.

De la evidencia que hemos recopilado y citado, podemos entender que lavarse en la casa de baños o en el propio baño dependía en muchos aspectos de la capacidad de pago: para que alguien tenga acceso a una casa de baños pública, para alguien por el privilegio de usar el piscina. Y el que no siente ese deseo no se lavará ahora, a pesar de todos los beneficios de la civilización.

Mikhail Sorokin