Práctica pastel: Siglo XIX Traductor traducir

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Siglo XIX

El realismo es un movimiento artístico que se basa en el principio de una representación objetiva de la realidad. En el siglo XIX, el arte realista cambió la vieja idea de la belleza y se alejó de los cánones establecidos por los clasicistas. El artista realista trató, en primer lugar, de reflejar la vida real que vio al observar las costumbres y el comportamiento de las personas de su tiempo. El tema de la imagen era fenómenos y realidades de la vida como el transporte, la industrialización, los lugares de entretenimiento, la moda. Fue el pastel, así como la acuarela, de todas las técnicas de pintura existentes lo más adecuado para capturar los momentos de un mundo cambiante: hizo posible capturar un fugaz, apenas perceptible pero, al mismo tiempo, realista. reproduciéndolo en reflejos suaves, líneas expresivas y manchas de color sombreadas. La técnica de pastel rápido brindó a los artistas realistas grandes oportunidades, al tiempo que encarnaba la espontaneidad del dibujo y el colorido de la pintura.

Museo de Arte de Filadelfia (EE. UU.). Jean Francois Millet (1814-1875). Sueño diurno La imagen refleja la escena de la vida campesina, está hecha con pequeños trazos rápidos y, como un pastel real, combina las cualidades no solo del dibujo, sino también de la pintura.

El interés emergente en la vida cotidiana ha determinado un cambio en los temas y el estilo. Artistas realistas como JDG Courbet (1819-1877) o JF Millet (1814-1875) escribieron audazmente temas que anteriormente se consideraban triviales o incluso vulgares. Con el tiempo, el trabajo de estos maestros recibió una marca bien merecida y fueron reconocidos como obras de arte. Su estilo, caracterizado por una aparente negligencia, se ha convertido en un modelo de estilo artístico para toda una generación de impresionistas. En ese momento, se produjo un punto de inflexión en el pensamiento y, en primer lugar, al evaluar una obra de arte, surgió la habilidad y la gracia de la ejecución, reemplazando el tema que prevaleció allí antes.

Impresionismo. El apogeo de la pintura al pastel

El pastel alcanzó su mayor prosperidad en impresionismo. Los impresionistas intentaron expresar la realidad por color, creyendo que este es el medio más llamativo de expresión artística, y el pastel, como ninguna otra cosa, era adecuado precisamente para este propósito. Todos los mejores artistas impresionistas trabajaron en esta técnica, el pastel a menudo ocupaba un lugar central en el trabajo de estas personas.

Divisionismo

El principio de esta técnica es usar colores puros y sin mezclar que se aplican individualmente en trazos muy pequeños, mientras se crea la ilusión óptica de mezclar. Los colores se mezclan solo en la percepción del espectador, y no en el lienzo o la paleta, por lo que las obras de los impresionistas rara vez se ven vivacidad y arco iris. El divisionismo y el puntillismo similar fueron utilizados por primera vez por P. Signac y J. Cera.

Museo de Bellas Artes, Dijon (Francia). Edouard Manet (1832-1883). Modelo para la pintura "Bar Foley Berger". Manet es la creadora de una gran cantidad de retratos de pastel, marcados por suaves transiciones de tonos de color y textura aterciopelada.

Técnica impresionista

La técnica del impresionismo se originó en el proceso de pintar desde la naturaleza. Los artistas impresionistas, que querían ver los cambios en el movimiento o la iluminación de la figura, desarrollaron una forma de escritura desigual, nerviosa y al mismo tiempo rápida y segura. El divisionismo que se desarrolló a partir de aquí (la imposición de muchos trazos separados de color puro) ayudó a suplantar los semitonos y los tonos grises que eran inherentes al arte académico de años anteriores, y fue capaz de allanar el camino para nuevos efectos de color.

Colección privada. Joaquín Mir (1873-1940). Almendros en flor. El trabajo, que desarrolla las técnicas de divisionismo, demuestra las amplias posibilidades de los pasteles utilizando la técnica de trazos individuales.

Colección Thyssen-Bornemisis, Madrid (España). Edgar Degas (1879-1917). El bailarín en el escenario (bailarín verde). La expresividad de una composición audaz se obtiene mediante un juego de color y luz, creado por trazos y manchas enérgicos (esta técnica se ha convertido en un modelo a seguir para muchos pasteistas del siglo XX).