"Un mensaje a García" de Elbert Hubbard Traductor traducir

El ensayo de Elbert Hubbard «Un mensaje para García» narra el viaje heroico de un soldado del ejército que debe entregar una carta a un luchador por la libertad y la necesidad de un espíritu de determinación similar en el lugar de trabajo. El trabajo apareció por primera vez como un artículo de revista en 1899 y se convirtió en un folleto y un libro que llegó a millones de lectores. «Llevar un mensaje a García» era una frase de uso común en Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX.

«Un mensaje para García» está ampliamente disponible en Internet. Una edición impresa de 2012 también contiene ensayos adicionales del autor; la versión de libro electrónico del ensayo de esa edición es la base de esta guía de estudio. Hubbard, un vendedor convertido en editor, produjo el ensayo en su colonia de artistas, Roycroft, en el norte del estado de Nueva York. El breve artículo atrajo la atención de la Marina de los EE. UU., los Boy Scouts, el Ferrocarril Central de Nueva York, los grandes almacenes Wanamaker y otras instituciones y empresas, que distribuyeron millones de copias entre sus miembros y clientes. El ensayo comienza con el presidente estadounidense McKinley, quien, durante la guerra entre Estados Unidos y España, necesita enviar un mensaje al luchador por la libertad García, quien está escondido en lo profundo de las selvas de Cuba (entonces una colonia de España). Un asesor del presidente sugiere, «Hay un tipo llamado Rowan que encontrará a García por ti, si alguien puede». Rowan toma posesión de la carta, viaja por mar a Cuba y desaparece en la jungla. Tres semanas después, reaparece al otro lado de la isla, su misión es un éxito. Rowan cumple su tarea sin quejarse y sin pedir ayuda. Parece impulsado por la guía divina: «¡Por el Eterno! hay un hombre cuya forma debe ser fundida en bronce inmortal». Los hombres jóvenes no necesitan una educación tanto como necesitan el valor y la determinación enfocados de Rowan. La lección no es tanto que Rowan sea un héroe sino que la vida está llena de proyectos que requieren el tipo de acción diligente de Rowan. Los dueños de negocios y otras personas que dirigen grupos de trabajadores a menudo se sienten “horrorizados” por la falta de atención e incompetencia de la mayoría de los asistentes. Los líderes a veces deben recurrir al soborno o las amenazas para que sus trabajadores cooperen. Una simple petición a un trabajador, por ejemplo para que realice un breve reportaje sobre un artículo de enciclopedia sobre el artista Correggio, puede generar respuestas como: «¿Dónde está la enciclopedia? ¿Me contrataron para eso? ¿No querrás decir Bismarck?». Al final, al empleador le resultará más fácil hacer la tarea por sí mismo. ¿Cómo puede llegar a suceder un futuro mejor, tal vez incluso el socialismo, si los trabajadores persisten en la «estupidez moral» y la pereza en el lugar de trabajo? La búsqueda de un taquígrafo arrojará candidatos, el 90% de los cuales no pueden puntuar o deletrear correctamente y piensan que no es importante hacerlo. Hubbard menciona a un conocido que emplea a un contador. Este trabajador es bastante competente en su habilidad, pero no puede realizar ninguna otra tarea. Dado un recado que hacer, el contador «podría detenerse en cuatro salones en el camino», emborracharse y no completar la tarea. A menudo se culpa a los jefes de los desempleados, pero con la misma frecuencia esas personas, a las que se les da trabajo, hacen un lío con ellos y se quejan amargamente de su trabajo. El autor cita a un hombre conocido por él que está desempleado, pero «nadie que lo conoce se atreve a contratarlo, porque es un tizón regular de descontento», un «lisiado espiritual» que a menudo rechazará una tarea que considera inferior a él. Así como debemos simpatizar con aquellos que atraviesan tiempos difíciles, también debemos simpatizar con aquellos que dirigen empresas importantes. Los empresarios deben escuchar las constantes quejas sobre el trato injusto en el trabajo, pero «Nada se dice del empresario que envejece antes de tiempo en un vano intento de conseguir que los desaliñados inútiles hagan un trabajo inteligente». Los empleadores se tiran de los pelos buscando trabajadores que se parezcan remotamente a Rowan, con su dedicación para hacer el trabajo. No todos los jefes son malos, así como no todos los desempleados son buenos. Alguien que, «cuando se le da una carta para García», simplemente hace el trabajo sin preguntas tontas ni intentos de eludir, es «muy necesitado», nunca necesita ir a la huelga por salarios más altos y siempre tendrá un trabajo.