"Nos vemos en el cosmos" de Jack Cheng Traductor traducir

«Nos vemos en el cosmos», una novela contemporánea de grado medio de 2017 de Jack Cheng, presenta a Alex Petroski, de 11 años, como su personaje principal y narrador. Inspirado por el científico Carl Sagan, Alex quiere usar un cohete hecho a mano para enviar grabaciones de audio sobre la vida en la Tierra a criaturas extraterrestres. Aunque su búsqueda para comunicarse con la vida extraterrestre falla, Alex se encuentra en un viaje mucho más grande hacia la identidad propia y la verdad. La novela es ganadora del premio Golden Kite y seleccionada por el Junior Library Guild. Esta guía hace referencia a la edición de 2017 de Dial Books for Young Readers (Penguin Random House).

Cada capítulo es la transcripción de una grabación de audio. Alex Petroski, de 11 años, cuenta su historia en primera persona mientras registra sus pensamientos y experiencias en curso para una audiencia prevista de criaturas espaciales inteligentes. Ocasionalmente, el dispositivo de grabación, el iPod de Alex, capta conversaciones o narraciones de otros personajes que contribuyen a la trama. Alex se presenta en la primera grabación. Vive con su madre, que tiene «días tranquilos» y da largos paseos, en Rockview, Colorado. La madre de Alex no responde ni se preocupa por él, y él atiende sus necesidades básicas, como cocinar. El hermano mayor de Alex, Ronnie, vive en Los Ángeles y trabaja como agente de atletas. Alex tiene un perro que lleva el nombre del «héroe» de Alex, el científico Carl Sagan. El objetivo inicial de Alex es asistir al Southwest High-Altitude Rocket Festival (SHARF) en el desierto cerca de Albuquerque, Nuevo México, una reunión para aquellos interesados ​​en la ciencia aeroespacial y los cohetes aficionados, para lanzar su "iPod dorado" al espacio. El Golden Record de Carl Sagan, en el que Sagan grabó descripciones y sonidos de la Tierra para enviar en un lanzamiento espacial, inspiró la idea del iPod dorado de Alex. Alex y su perro viajan en tren a SHARF, donde falla su cohete casero. Alex cambia espontáneamente su enfoque para viajar a Las Vegas en busca de su padre, a quien creía fallecido hasta que una notificación en Ancestry.com despierta su curiosidad. Zed, un hombre que Alex conoce en el tren, y el compañero de cuarto de Zed, Steve, llevan a Alex a Las Vegas. Steve pierde a Carl Sagan, y su búsqueda del perro los impulsa a buscar la ayuda del "quizás papá" de Alex. Alex se entera de que su padre está muerto, pero conoce a una media hermana, Terra. Tanto Terra como Alex quieren respuestas sobre cómo tienen el mismo padre pero nunca se conocieron. Frustrada por la respuesta de su propia madre, Terra decide llevar a Alex a Ronnie en Los Ángeles, donde también viven Steve y Zed. Ronnie viaja por negocios cuando llegan. Terra es la causa inadvertida del conflicto entre Steve y su compañero de cuarto Nathan, por lo que Terra y Alex abandonan Los Ángeles para emprender el largo viaje de regreso a Rockview. Cuando llegan, la madre de Alex no está allí. Alex sube al techo para ver si está caminando pero se cae. Terra lo lleva al hospital. Terra se une a Alex y a las pistas en su casa de que su madre a menudo lo deja solo durante días. Ronnie llega, y él y Terra encuentran a la madre de Alex y Ronnie, recién diagnosticada de esquizofrenia, en otro hospital. Ronnie se da cuenta de que la condición de su madre dejó a Alex solo. También comparte con Alex que su padre era cruel e infiel. El Departamento de Servicios Humanos envía a Juanita, una trabajadora social, para decidir si Alex debe ir a un hogar de crianza. Terra, Steve, Zed, Ronnie y Alex trabajan para limpiar la casa antes de la visita de Juanita. Ella permite que Alex se quede en la casa, pero le dice a Ronnie que debería regresar a Colorado. Ronnie acepta la responsabilidad y está de acuerdo. La historia de Alex llama la atención de Lander Civet, jefe de CivSpace, una corporación de ingeniería de cohetes, y Lander envía a Alex, Terra y Ronnie a Cabo Cañaveral para ver el lanzamiento de un cohete. Alex se da cuenta de que su iPod dorado y sus sueños de cohetes podrían ser posibles algún día gracias al amor y la ayuda de familiares y amigos.